Mercosur se tiene que reconstituir. L a flexibilidad de la integración regional se volvera clave, para los socios de menor desarrollo económico (Paraguay y Uruguay).

Por Gerardo Meza C.

El Mercosur se tiene que reconstruir, para tener una Integración regional flexible. El presente trabajo estudia el contexto actual del Paraguay en términos regionales, explorando su situación estratégica al interior de la Integración Regional. Conseguir que la Integración funcione no va hacer fácil.

La Decisión 32/00 del Mercosur señala que los Estados Partes del bloque regional solo “podrán negociar en forma conjunta acuerdos de naturaleza comercial con terceros países o agrupaciones de países extrazona en los cuales se otorguen preferencias arancelarias”. Los países de la Región se deben integrar y agruparse en bloques económicos para competir, y atenuar las crisis y proteger individualmente a las economías de los países.  Tal como está regulado, supone aceptar el corsé y la cincha como única indumentaria.

En un contexto donde el Mercosur parece atascado en sus problemas políticos y económicos, Los países grandes se guían por el cálculo costo-beneficio, y respetan los aspectos jurídicos según la percepción de sus gobiernos de si una decisión le puede resultar muy costosa o si el costo va a ser mínimo. y el beneficio mucho mayor al costo.

Esto se debe a que a nivel internacional es casi imposible hacer valer los acuerdos. Las decisiones en la Corte Internacional de la Haya se demoran años. Igual cosa ocurre cuando se reclama un derecho ante la OMC. Mientras tanto el daño al país pequeño, (de menor desarrollo económico) a su pueblo, a su economía, a sus empresas y a su comercio continua, no se detiene.

Por ello, cuando se negocia un acuerdo, el país pequeño debe cerciorarse de que el país grande (de mayor desarrollo económico), considera que el acuerdo es de vital importancia para su interés nacional o por lo menos para grupos que tienen peso en las decisiones del gobierno.

Solo si un acuerdo es de vital importancia para el socio mayor, el país pequeño puede esperar que los términos del acuerdo no sean dejados de lado y que el aspecto jurídico sea respetado. Prueba de lo expuesto es la conducta del Brasil y la Argentina que decidieron en su momento sancionar y separar al Paraguay del Mercosur. La aberración ocurrida en Mendoza, Argentina, el 29 de junio de 2012, con la suspensión de Paraguay, comportó una formidable regresión que sumergió la Integración regional en el negro fango de la deshonra y la infamia.

Se dirá que el Uruguay es un país pequeño, pero en este caso sus intereses estaban alineados con los del Brasil y de la Argentina. Y los tres países buscaban con insistencia la incorporación de Venezuela al Mercosur. mientras otras economías abren sus mercados y miran hacia el Pacífico.

El proceso de la Integración está provocando resultados desequilibradores entre países y dentro de ellos. Se crea riqueza, pero los países más desarrollados (Brasil y Argentina) no comparten sus beneficios.

Pero por encima de las cuestiones jurídicas, no podemos acudir al ventajismo político y oportunista de que por el primado de la supuesta conveniencia del país era imperativa nuestra reinserción. Y en condiciones de país humillado porque carece de otra alternativa.

Justamente todo lo contrario. Gracias a esta infeliz coyuntura, lo primero que aprendimos es la resignificación de la dignidad nacional. Y con ella, que nuestra soberanía no depende de los dictados de Brasilia o de Buenos Aires, sino de la voluntad inquebrantable del pueblo paraguayo.

Luego, la circunstancia nos demostró que teníamos cabida más allá del Mercosur y de la Unasur. Lo que no solo superó la idea de la dependencia sino nos ubicó en la posición de un país preferencial por su adecuada política macroeconómica, cuyo proceso además se libera de las nocivas injerencias externas. Dejamos de movernos al ritmo sinuoso de los dos grandes países limítrofes.

De hecho, en recientes eventos internacionales, como la emisión de bonos, comprobamos la creciente y formidable elegibilidad del Paraguay para las inversiones. Hay un flujo favorable de capitales. Y ello porque juegan a nuestro favor factores como el libre comercio, la libertad económica, la seguridad en las inversiones, el desarrollo de la actividad empresarial, la estabilidad económica y cambiaria, entre otros.

Se aprecia, además, una ponderación digna de destacar, y es la comprobación de que las inversiones en el Paraguay no corren el riesgo de las nacionalizaciones bajo los signos cambiantes de la ideología.

En definitiva, la coyuntura nos ha servido para potenciar al país. Y eso lo vaticinamos en aquellas horas nefastas del aislamiento regional pidiendo que “despierten al gigante”. Lo han conseguido: Paraguay hoy se encuentra con un crecimiento histórico de inversión extranjera y es el país con mayor crecimiento de América Latina.

De este modo, orgullosos hemos salido ampliamente fortalecidos, demostrando que estamos prestos a defender nuestra libertad como valor supremo. Y que no estamos dispuestos a hipotecar nuestro futuro a un cepo regional.

Debemos apuntar a un Mercosur Flexible, este nuevo estatus nos permitiría, como lo hace Chile, negocios con otros países de la región y del mundo. Podemos tener acuerdos de libre comercio con más de 70 países. Entre los que podemos citar, La Unión Europea, Estados Unidos, Corea, Japón, China, México y Mercosur entre otros.

Este nuevo Estatus y siendo un país pequeño va a facilitar la obtención del tratamiento especial diferenciado TED que otorgan los países desarrollados a los países en desarrollo.

El Paraguay se está insertando como observador de la Alianza del Pacifico, y que la misma es parte de un proceso que debe ir cumpliéndose y que de acuerdo a eso hay que ir avanzando y apuntar a un Mercosur Flexible..

Nuevos signos políticos en la conducción de los países. En ese sentido el Presidente del Brasil Michel Temer, manifestó que la alianza Mercado Común del Sur (Mercosur) debe dar más libertad a sus miembros para que estos puedan firmar nuevos acuerdos comerciales y lograr una “universalización” de sus relaciones.

Que detrás de la flexibilización del Mercosur está el deseo de “desideologizar” la política exterior de los países miembro. Señalar que la idea de “flexibilizar” el bloque parte de darle una buena gobernanza a la integración regional de “desideologizar” la política exterior de los países miembros para dejar atrás las uniones políticas puras, pasando a un pragmatismo que definiría las relaciones exteriores por otros elementos, como la economía.

Abrigamos esperanza. Ahora que soplan vientos propicios para la Integración, con el relevo de los presidentes estatistas y el advenimiento de políticos consecuentes con las leyes que patrocinan la preeminencia del sector privado en la economía, es conveniente y oportuno borrar todo rastro de injerencia ideológica dogmática en la región, instituyendo una gobernanza auténtica, aquella que se propone un desarrollo económico, social e institucional duradero, motivando un sano equilibrio entre el Estado, la sociedad civil y el mercado.

El Mercosur flexibilizado es, en esencia, una puerta abierta al libre comercio, para intentar orientar la región hacia el TPP (Acuerdo Transpacífico) que Washington armó en detrimento de Beijing.(aprovechar esta circunstancia).

Con los nuevos oficialismos en la región, Paraguay y Uruguay lograron el apoyo de Argentina y Brasil para ir flexibilizando gradualmente la rígida estructura del Mercosur y así habilitar rutas más diligentes en los acuerdos comerciales con otros bloques.

Como un paso positivo para la “reconstitución” del Mercosur, al que calificó como una “po – derosísima herramienta” en pos del crecimiento de sus Estados partes. Tanto en sus gestos como en su contenido, la acción de la gobernante implica un importante reconocimiento de que es preciso reorientar el proceso de integración regional flexible.

La posición Geopolítica del Paraguay es clave para la conectividad en la región. La crisis en su momento, fue y es una gran oportunidad para el Paraguay, para reconstruir el Mercosur, y apuntar a la Tesis del Paraguay, un Mercosur Flexible, y aprovechar nuestra posición Geográfica.

Las grandes multinacionales se están retirando de la vieja Europa para fortalecerse en América Latina. Sería el nuevo modelo virtuoso experimentado por las Empresas de dimensión internacional.

La Integración, manifestación de un auténtico cambio de época, en los últimos años ha trastocado la organización económica y el trabajo, el comercio y las finanzas internacionales, las relaciones sociales y los modelos de vida, los Estados y la política, las comunicaciones y las culturas del orbe.

El nuevo contexto está lleno de factores positivos y negativos que podrán potenciar el desarrollo humano de nuestras comunidades y países o, por el contrario, ser factores de mayor exclusión y empobrecimiento.

Para darle un nuevo Rumbo a la integración regional. Se tiene que apuntar a un MERCOSUR FLEXIBLE.

(*) Economista. Autor del Plan de la Gestión Estratégico de la GDGI del BCP.

 

 

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