por Dr. Gerardo Meza C. | Jul 11, 2022 | blog
Al votar el sistema llamado democrático se parece cada vez al gobierno de los ricos y cada vez menos al gobierno del pueblo. Imposible de negar la evidencia » la masa de los pobres llamada a votar nunca es llamada a gobernar»
A votar El
sistema llamado democrático se parece cada vez mas a un gobierno de los ricos y
cada vez menos a un gobierno del pueblo.
Imposible negar
la evidencia: “la masa de los pobres llamada a votar nunca es llamada a
gobernar”.
En su libro Política,
Aristóteles nos dice en primer lugar esto: “En democracia, los pobres son reyes
porque son mayoría, porque la voluntad de la mayoría tiene fuerza de ley”. En
un segundo pasaje, parece restringir primero el alcance de esta frase, luego la
amplia, la completa y acaba por establecer un axioma: “La equidad en el seno
del Estado exige que los pobres no posean de ningún modo mas poder que los
ricos, que no sean los únicos soberanos, sino que todos los ciudadanos lo sean
en proporción a su número. Estas son las condiciones indispensables para que el
Estado garantice eficazmente la igualdad y libertad”.
Aristóteles
nos dice que, aunque participen con total legitimidad democrática en el
gobierno de las polis, los ciudadanos ricos serán siempre una minoría en razón de
una incontestable proporcionalidad. Sobre un punto, tenía razón: por mas lejos que nos remontemos en el tiempo,
nunca los ricos fueron mas numerosos que los pobres. Pese a esto, los ricos
siempre gobernaron el mundo o sostuvieron los hilos de los que gobernaban. Constatación
mas actual que nunca. Señalemos de paso que, para Aristóteles, el Estado
representa una forma superior de moralidad…….
Todo manual
de derecho constitucional nos enseña que la democracia es “una organización
Interna del Estado por la cual el origen y el ejercicio del poder político
incumbe al pueblo, organización que permite al pueblo gobernado gobernar a su
vez por medio de sus representantes electos”. Aceptar definiciones como esta,
de una pertinencia tal que roza las ciencias exactas, correspondería,
transpuestas a nuestra vida, a no tener encuentra la gradación infinita de
estados patológicos a los que nuestro cuerpo puede verse confrontado en todo
momento.
En otros
términos: el hecho de que la democracia pueda definirse con mucha precisión no
significa que funcione realmente. Una breve incursión en la historia de las
ideas políticas conduce a dos observaciones a menudo descartadas so pretexto de
que el mundo cambia. La primera, recuerda que la democracia apareció en Atenas,
hacia el siglo V antes de Cristo; que suponía la participación de todos los
hombres libres en el gobierno de la ciudad; estaba fundada en la forma directa,
siendo los cargos efectivos o atribuidos según un sistema mismo de sorteo y
elección; y los ciudadanos tenían derecho al voto y a presentar propuesta en
las asambleas populares.
Sin embargo
– esta es la segunda observación -, en Roma, continuadora de los griegos, el
sistema democrático no consiguió imponerse. El obstáculo procedió del poder
económico desmedido de una aristocracia latifundista que veía en la democracia
un enemigo directo. Pese al riesgo de toda extrapolación, ¿podemos evitar
preguntarnos si los imperios económicos contemporáneos no son, también,
adversarios radicales de la democracia, aunque se mantengan por el momento las
apariencias?
El lugar del
poder.
Las
instancias del poder político intentan desviar nuestra atención de una
evidencia: dentro mismo del mecanismo electoral se encuentran en conflicto una
opción política representada por el voto y una abdicación cívica. ¿Acaso no es
cierto que, en el preciso momento en que la boleta es introducida en la urna,
el elector transfiere a otras manos, sin mas contrapartida que algunas promesas
escuchadas durante la campaña electoral, la parcela del poder político que
poseía hasta ese momento en tanto miembro de la comunidad ciudadanos?
Este papel
de abogado de diablo que asumo puede parecer imprudente. Razón de mas para para
que examinemos que es nuestra democracia y cual es su utilidad, antes de
pretender- obsesión de nuestra época- hacerla obligatoria y universal. Esta
caricatura de democracia que, como misioneros de una nueva religión procuramos
imponer al resto del mundo no es la democracia de los griegos, sino un sistema
que los mismos romanos no habrían vacilado en imponer a sus territorios. Este
tipo de democracia, rebaja por mil parámetros económicos y financieros habría
llegado sin duda hacer cambiar de idea a los latifundistas del Lacio,
transformados entonces en los más fervientes demócratas………
Puede
emerger en la mente de ciertos lectores una enojosa sospecha sobre mis
convicciones democrática, dadas mis muy conocida inclinaciones ideológicas….
Defiendo la
idea de un mundo verdaderamente democrático que finalmente se haga realidad,
dos mil quinientos años después de Sócrates, Platón y Aristóteles. Esa quimera
griega de una sociedad armoniosa, sin distinciones entre amos y esclavos, como
la conciben las almas cándidas que siguen creyendo en la perfección.
Algunos
medirán: pero las democracias occidentales no son censatarias ni racistas, el
voto del ciudadano rico o de piel blanca cuenta tanto en las urnas como el del
ciudadano pobre o de piel oscura. Si nos fiamos de semejantes apariencias,
habríamos alcanzados el summum de la democracia.
A riesgo de
aplacar esos ardores, diré que las realidades terribles del mundo en que
vivimos hacen irrisorio ese cuadro idílico y que, de un modo u otro, acabaremos
dando con un cuerpo autoritario disimulado bajo los más bellos de la
democracia.
Así, el
derecho de voto, expresión de una voluntad política, es al mismo tiempo un acto
de renuncia a esa misma voluntad, puesto que el elector la delega a un
candidato. Al menos para una parte de la población, el acto de votar es una
forma de renuncia temporaria a una acción política personal, puesta en sordina
hasta las siguientes elecciones, momentos en que los mecanismos de delegación
volverán al punto de partida para empezar otra vez de la misma manera.
Para la minoría elegida, esta renuncia puede
constituir el primer paso de un mecanismo que autoriza muchas veces, a pesar de
las vanas esperanzas de los electores, a perseguir objetivos que no tienen nada
de democráticos y pueden ser verdaderas ofensas a la ley. En principio, a nadie
se le ocurriría elegir como representantes al Parlamento a individuos
corruptos, incluso si la triste experiencia nos enseña que las altas esferas
del poder, en el plano nacional e internacional, están ocupadas por ese tipo de
criminales o sus mandatarios. Ninguna observación microscópica de los votos
depositados en las urnas tendría el poder de hacer visibles los signos
delatores de las relaciones entre los Estados y los grupos económicos cuyos
actos delictivos, e incluso bélicos, llevan a nuestro planeta derecho a la
catástrofe.
La
experiencia confirma que una democracia política que no descansa sobre una
democracia económica y cultural no sirve de mucho. Despreciada y relegada al
depósito de las fórmulas envejecidas, la idea de una democracia económica ha
dejado lugar a un mercado triunfante hasta la obscenidad. Y la idea de una
democracia cultural fue reemplazada por la no menos obscena de una masificación
industrial de las culturas, pseudo melting-pot que se utiliza para enmascarar
la predominancia de una de ellas.
Creemos
haber avanzado, pero en realidad retrocedemos. Hablar de democracia se volverá
cada vez más absurdo si nos obstinamos en identificarla con instituciones
denominadas partidos, Parlamentos, gobiernos, sin proceder a un análisis del
uso que estos últimos hacen del voto que les permitió acceder al poder. Una
democracia que no se autocritica, se condena a la parálisis.
No concluyan
que estoy en contra de la existencia de los partidos: milito dentro de uno de
ellos. No crean tampoco que aborrezco los Parlamentos: los apreciaría si se
consagraran más a la acción que a la palabra. Y tampoco imaginen que soy el
inventor de una receta mágica que permite a los pueblos vivir felices sin tener
gobierno. Me niego a admitir que sólo se pueda gobernar y desear ser gobernado
según los incompletos e incoherentes modelos democráticos vigentes.
Los califico
así porque no veo otra forma de designarlos. Una democracia verdadera, que
inundaría con su luz, como un sol, a todos los pueblos, debería comenzar por lo
que tenemos a mano, es decir, el país en que nacimos, la sociedad en que
vivimos, la calle donde moramos.
Si esta
condición no es respetada —y no lo es— todos los razonamientos anteriores, es
decir, el fundamento teórico y el funcionamiento experimental del sistema,
estarán viciados. Purificar las aguas del río que atraviesa la ciudad no
servirá de nada si el foco de la contaminación está en las fuentes.
La cuestión
principal que todo tipo de organización humana se plantea, desde que el mundo
es mundo, es la del poder. Y el principal problema es identificar quién lo
detenta, verificar por qué medio lo obtuvo, qué uso hace de él, qué métodos
utiliza y cuáles son sus ambiciones.
Si la democracia
fuera realmente el gobierno del pueblo, para el pueblo y por el pueblo, todo
debate cesaría. Pero no estamos en ese punto. Y sólo un espíritu cínico se
animaría a afirmar que todo va inmejorablemente bien en el mundo en que
vivimos.
Se dice
también que la democracia es el sistema político menos malo, y nadie se percata
de que esta aceptación resignada de un modelo que se contenta con ser “el menos
malo” puede constituir el freno de una búsqueda de algo “mejor”.
El poder
democrático es, por su naturaleza, siempre provisorio. Depende de la
estabilidad de las elecciones, de las fluctuaciones de las ideologías y de los
intereses de clase. Podemos ver en él una suerte de barómetro orgánico que
registra las variaciones de la voluntad política de la sociedad. Pero de un
modo flagrante ya no contamos las alternancias políticas aparentemente
radicales que tienen por efecto cambios de gobierno, pero que no vienen
acompañadas por transformaciones sociales, económicas y culturales tan
fundamentales como hacía suponer el resultado del sufragio.
En efecto,
decir gobierno “socialista”, o “socialdemócrata”, o aun “conservador”, o
“liberal” y llamarlo “poder”, no es más que una operación estética barata. Es
pretender nombrar algo que no se encuentra allí donde querrían hacérnoslo
creer. Porque el poder, el verdadero poder, se encuentra en otra parte: es el
poder económico. Ese cuyos contornos de filigrana percibimos, pero se nos
escapa cuando queremos aproximarnos a él y contraataca si nos dan ganas de
restringir su influencia, sometiéndolo a las reglas del interés general.
En términos
más claros: los pueblos no han elegido a sus gobiernos para que éstos los
“ofrezcan” al mercado. Pero el mercado condiciona a los gobiernos para que
éstos les “ofrezcan” a sus pueblos. En nuestra época de mundialización liberal,
el mercado es el instrumento por excelencia del único poder digno de ese
nombre, el poder económico y financiero. Éste no es democrático puesto que no
ha sido elegido por el pueblo, no es gestionado por el pueblo y sobre todo
porque no tiene como finalidad el bienestar del pueblo.
No hago más
que enunciar verdades elementales. Los estrategas políticos, de todos los
bandos, han impuesto un silencio prudente para que nadie se atreva a insinuar
que seguimos cultivando la mentira y aceptamos ser cómplices de ella.
El sistema
llamado democrático se parece cada vez más a un gobierno de los ricos y cada
vez menos a un gobierno del pueblo. Imposible negar la evidencia: la masa de
los pobres llamada a votar nunca es llamada a gobernar. En la hipótesis de un
gobierno formado por los pobres, donde éstos representarían la mayoría, como
Aristóteles imaginó en su Política, ellos no dispondrían de los medios para
modificar la organización del universo de los ricos que los dominan, vigilan y
asfixian.
La
pretendida democracia occidental ha entrado en una etapa de transformación
retrógrada que no puede detener, y cuyas consecuencias previsibles serán su
propia negación. No hay necesidad alguna de que alguien tome la responsabilidad
de liquidarla, ella misma se suicida todos los días.
¿Qué hacer?
¿Reformarla? Sabemos que, como escribió acertadamente el autor de El Gatopardo,
reformar no es otra cosa que cambiar lo necesario para que nada cambie.
¿Renovarla? ¿Qué época del pasado suficientemente democrática valdría la pena
que regresemos a ella para, a partir de ahí, reconstruir con nuevos materiales
lo que está en el camino de la perdición? ¿La de la Grecia antigua? ¿La de las
repúblicas mercantiles de la Edad Media? ¿La del liberalismo inglés del siglo
XVII? ¿La del siglo francés de las Luces? Las respuestas serían tan fútiles
como las preguntas…
¿Qué hacer
entonces? Dejemos de considerar la democracia como un valor adquirido, definido
de una vez por todas e intocable para siempre. En un mundo en que estamos
acostumbrados a debatir todo, sólo persiste un tabú: la democracia. Antonio
Salazar (1889-1970), el dictador que gobernó Portugal durante más de cuarenta
años, afirmaba: “No se cuestiona a Dios, no se cuestiona la patria, no se
cuestiona la familia”. Hoy en día cuestionamos a Dios, a la patria, y si no
cuestionamos la familia es porque ella se encarga de hacerlo sola. Pero no
cuestionamos la democracia.
Entonces
digo: cuestionémosla en todos los debates. Si no encontramos un modo de
reinventarla, no perderemos sólo la democracia, sino la esperanza de ver un día
los derechos humanos respetados en este planeta. Sería entonces el fracaso más
estruendoso de nuestro tiempo, la señal de una traición que marcaría a la
humanidad para siempre.
por Dr. Gerardo Meza C. | Jun 10, 2022 | blog
El Acento económico debería ser la marca de estas elecciones, para la recuperación económica y financiera post pandemia.
Por Gerardo Meza (*)
El “Acento económico
debería ser la Marca de estas elecciones”, para la recuperación económica post
pandemia, que pueda ir consolidando, y que esto genere efecto multiplicador,
para que el nuevo gobierno elegido en
estas próximas elecciones, desde el sistema financiero sigan apoyando a los
diferentes actores en sus negocios y así esto pueda ser traducido a un mayor
crecimiento de crédito, con nuevas inversiones, que generen fuentes de empleos
y contribuyan así al desarrollo del Paraguay que queremos.
El país necesita
de un presidente de la República, y congresistas, que promuevan estos
compromisos, que son valores que conozcan bien estos temas de la economía y de las
finanzas.
Los
electores deberían ver estos perfiles, en las próximas elecciones que se aproximan,
para elegir a los mejores candidatos, que tengan estos conocimientos, para
estos propósitos, y con una buena gobernanza por sus conocimientos, de
recuperar y hacer crecer la economía, para crear empleos dignos, y con esta
nueva gestión tengamos un desarrollo sostenible, responsable, y que genere
bienestar económico a la población. Dándonos educación, seguridad, salud. Estos
significan empleo, que traerán dignidad, y desarrollo al Paraguay que queremos.
(*) Autor
del Plan de Gestión Estratégico del BCP.
Autor del Plan Estratégico del M.R.E.
Autor del Plan de Gestión estratégico de la CONATEL.
por Dr. Gerardo Meza C. | Abr 15, 2022 | blog
Los Motores para el Desarrollo del pais: El Biodiesel y nuestra energía hidroeléctrica de la Binacionales.
En toda
América Latina, el etanol que se utiliza como biocombustible es obtenido a
partir de la caña de azúcar, aceite de soja, entre otros. Los ingenios que
producen azúcar y etanol funcionan, por razones técnicas, sólo mientras dure la
zafra, aproximadamente 180 días en el año. Existen tecnologías modernas que
permiten utilizar estas instalaciones el resto del año utilizando otras
materias primas como la mandioca, el sorgo dulce, el maíz, el girasol, aceite
de soja, entre otros.
Paraguay podría incorporar esas técnicas y
tecnologías para la industrialización de
estas materias primas y cumplir con sus exigentes normas y requerimientos del
Biodiesel.
Por razones
económicas difícilmente la caña se transporte a más de unas decenas de
kilómetros para ser procesada. Luego, la producción de etanol no solo
potenciará la agricultura sino también la industria nacional.
El biodiesel
se puede producir a partir de cualquier aceite vegetal o animal.
Existe en el
país una muy eficiente cadena de producción integrada de aceite de soja, a
partir de la misma se puede abordar la producción de biodiesel en forma rápida
y económica.
La mayoría
de las Empresas de Escudería (marcas) paraguayas, como sea PUMA, BARCOS Y RODADOS,
COPETROL entre otros, deben comenzar el proceso industrial de producción de biodiesel,
estableciendo planta productora, y de esta forma darle valor agregado a
nuestras materias primas, y con esta política de industrialización del país,
vamos a dejar de depender del petrodiésel o gasóleos obtenido del petróleo, y
también de los vaivenes de los precios internacionales, y de las guerras, como en
este momento de la Invasión de Rusia a Ucrania.
Hoy día el
tema de los biocombustibles ha cobrado mucha fuerza y ha despertado gran
interés en varios países, el Gobierno de turno debe incorporar dentro de las
áreas estratégicas en las que basan sus políticas de gobierno. Esto se debe a
la alta y costosa dependencia del petróleo en sus matrices energéticas, sumada
a las oscilaciones en su precio con permanente alta tendencia alcista, o por la
guerra de Rusia y Ucrania.
Petropar siempre
termina ajustando sus precios finales de gasoíl, ya que la petrolera estatal
depende de los precios internacionales y de las variaciones de los tipos de
cambios (las guerras de las monedas y también la guerra de Rusia con Ucrania)
es bastante impredecible en sus decisiones, que efectivamente, la estatal alza
el precio cuando no tiene que subir y también disminuye cuando aún no están
dadas las condiciones, por lo que de concretarse alguna variación, que depende
de los vaivenes de las guerras de las monedas, y de las guerras entre los países
productores del Petróleo.(Que utilizan como arma sus petróleo).
Hace tiempo
con esta política de Desarrollo de industrializar nuestras materias primas.
Petropar ya no debería ser el parámetro válido para la medición de precios, en
cuanto a los ´´Biodiesel´´ En este momento, la cotización internacional del
petróleo y sus derivados tampoco justificarían en ese sentido que se registre a
nivel interno e internacional la suba del mismo producto.
La estatal, y
lo del privado, permanentemente aumenta el precio de los derivados del petróleo.
Cabe destacar que la petrolera(Petropar) hoy ya no tiene el “monopolio de hecho” en el
mercado del gasoíl. Históricamente, el precio de este combustible fue manejado
políticamente, y hoy con la guerra entre Rusia y Ucrania, lo que ocasionan
fuertes perjuicios a toda la economía nacional.
Es por ello
que el gobierno de turno tiene que cambiar esta “Matriz energética”, para los transporte
públicos y vehículos privados, que sean
todos eléctricos, utilizando nuestra energía hidroeléctrico de Itaipu y
Yacyreta, para definitivamente de la dependencia de los combustibles de origen fósil.
Si en cambio
la producción de este biocombustible se realiza a partir de cultivos como la soja,
mandioca, algodón, el sorgo dulce, el maíz, el girasol y no tradicionales como
la jatropha, esto permitirá incorporar a la producción tierras semiáridas, aprovechando
la inmensa resistencia de esta planta a las condiciones ambientales más
hostiles.
Existen,
además, inmensas áreas y zonas de tierras en el país, conflictivas, marginales,
actualmente incultas, que requieren la presencia del Estado, grandes inversiones
en infraestructura, sistemas de riego y fertilizantes para entrar en
producción. Para erigirse en un aliado importante y en una industria que
apoyará proyectos de tipo social y desarrollo rural, incluyendo temas de
equidad y de redistribución de ingresos en nuestro país.
En las Zonas más conflictivas, (San Pedro,
Concepción entre otros), Implantar el proyecto Industria (fabrica) del
Agricultor para organizar a los productores en asociaciones, con el objetivo de
dar valor agregado, a los productos reunidos podrán mejorar la calidad de sus
productos, industrializarlos y venderlos con mayor ventaja. Los productores
reunidos en las Fábricas del Agricultor, deben recibir financiación y
asistencia técnica para desarrollar procesos industriales para sus productos
agrícolas o pecuarios.
Que el departamento de San Pedro ha sido
prácticamente abandonado por los sucesivos gobiernos, es una realidad
manifiesta que ya ni siquiera sorprende, aunque indudablemente indigna.
Sabiendo perfectamente que se trata de una de las jurisdicciones políticas
menos favorecidas del país, lo lógico hubiera sido que las distintas
administraciones del Estado enfocaran su acción en esa región, impulsando las
políticas que tendieran a paliar los graves déficits existentes en materia social
y también productiva.
Los nuevos precios internacionales de los
productos agrícolas potenciarán el interés de los empresarios en realizar esas
inversiones, aumentando de esta forma no solo el valor sino también el volumen
de nuestras exportaciones.
El BIODIESEL y nuestra energía hidroeléctrica de
las Binacionales debería ser los Motores
de desarrollo del país, para dar oportunidad de trabajo digno a nuestros
campesinos y sacarle de la pobreza y la marginalidad de nuestro pueblo.
Todo esto
traerá aparejado una bonanza económica para los productores rurales y la población
en general , si los sistemas impositivos funcionan correctamente, para la
economía en general. Esto nos induce a reconocer que, por su
potencial y por la manera en que se expanden, representan una estrategia, para
que sea los motores principales de la economía, y reducir la pobreza y crear
empleos, salud, seguridad entre otros y llevar a un Nuevo Paraguay que queremos
por Dr. Gerardo Meza C. | Abr 13, 2022 | blog
La Ley N° 4601 de incentivos a la importación de «Vehículos Eléctricos» . El Congreso de la Nacíon paraguaya sanciona con fuerza de Ley en el año seis de diciembre del año dos mil once (2011).
Artículo
1°.- Queda exonerado del pago del Impuesto Aduanero a la Importación y del
Impuesto al Valor Agregado (IVA), la importación para el mercado nacional de
vehículos eléctricos.
Artículo
2°.- Se entiende por vehículo eléctrico a los efectos de esta Ley, todo
vehículo de transporte terrestre de uso personal y/o colectivo, impulsado por
un motor a corriente eléctrica, sean estos nuevos o usados. Se incluye en esta
Ley también a los motores híbridos que poseen como una de sus fuentes a la
energía eléctrica.
Artículo
3°.- Las autoridades aduaneras y tributarias competentes dictarán las normas
reglamentarias, necesarias para la aplicación de las exoneraciones establecidas
en esta Ley.
Artículo
4°.- El Estado implementará las medidas necesarias para el establecimiento
gradual de puntos de recarga rápida con tarifas preferenciales en las
principales ciudades del país.
Los
propietarios de estaciones de servicios o las personas que tengan interés en
hacerlo, podrán instalar bocas de expendio para carga rápida de vehículos
eléctricos, debiendo las autoridades competentes otorgar facilidades
administrativas para el efecto y reglamentar las condiciones de seguridad en
las que se prestará el servicio de expendio o recarga.
Artículo
5°.- El Poder Ejecutivo reglamentará la presente Ley en el plazo de 90
(noventa) días a partir de su promulgación.
Artículo
6°.- Comuníquese al Poder Ejecutivo.
Aprobado el
Proyecto de Ley por la Honorable Cámara de Senadores, a seis días del mes de
diciembre del año dos mil once, quedando sancionado el mismo, por la Honorable
Cámara de Diputados, a veintiocho días del mes de marzo del año dos mil doce,
de conformidad a lo dispuesto en el Artículo 207 numeral 1) de la Constitución
Nacional.
por Dr. Gerardo Meza C. | Mar 29, 2022 | blog
En la actualidad el Paraguay importa el 100% del Petróleo y gas. procede de los paises que tienen un solo Líder (Autócrata), y en el caso nuestro ese porcentaje es del 100% del petróleo y gas importamos, cifras exclusivas (suficientes) para alterar el mercado.
Se debe de cambiar esta «Política del sistema de energía, y de nuestra Matriz Industrial». Hoy el 99% de nuestra industria producen a «Leña y Carbón», y solamente el 1% a energía eléctrica.
La escalada
de los precios del petróleo y gas, que se ha acelerado especialmente a raíz del
ataque a Ucrania, ha disparado la factura energética de origen fósil de hogares
y empresas en todo el país y ha puesto a
la economía del Paraguay ante un reto
urgente: asegurar su independencia energética y avanzar en la electrificación
de la economía a partir de energías renovables. De Itaipu y Yacyreta-
En la actualidad,
el 100% del petróleo y
del gas importamos,
procede de los países que tienen un solo líder (Autócratas) y en el caso nuestro
ese porcentaje es del 100%, cifras exclusivas (suficientes) para alterar el
mercado. Y este petróleo y gas, utilizado en la “Masa matriz” de los transportes
públicos y privados, es en estos momentos determinante a la hora de fijar el
precio del petróleo y gas, hasta el punto de que el 45 % del incremento de esa
subida que estaba experimentando se debió a la escalada de los precios del petróleo
y gas. Por cada dólares que sube esa
materia prima, sube 1000 guaraníes o más el precio en el mercado minorista y mayorista,
el famoso pool eléctrico.
La
volatilidad de este hidrocarburo ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad del
modelo de la “Matriz energética”. Y si antes el país tenía marcada una senda hacia la descarbonización,
con la construcción de las binacionales ahora, con la última comunicación del
Brasil, para que el Paraguay contrate la potencia de la energía que les
corresponde como socio Condómino lo ha
dejado claro: hay que pisar el acelerador aún más. Un modelo que obliga a
repensar la estrategia de suministro y acelerar la salida del petróleo gas, y
electrificar la economía basada en fuentes renovables. De Itaipu y Yacyreta.
DESCARBONIZACIÓN
La opción no
es otra que acelerar la transición energética que ya está en marcha y apostar
de forma decidida por la descarbonización. Esa es la auténtica revolución que Paraguay
debería buscar y transformar la energía que debe mover el pais.
La necesidad urgente de combatir el calentamiento global y apostar por la
sostenibilidad del planeta ya eran argumentos que justificaban esta estratégica
apuesta el Paraguay. Pero esos argumentos se ven ahora más reforzados con el
estallido de las hostilidades. En este contexto, los fondos que el país moviliza
para recuperarse del paso de la COVID-19 aparecen como una oportunidad para
impulsar la transformación. Debemos utilizar nuestra energía hidroeléctrica de
Itaipu y Yacyreta, del 100% de la energía que nos corresponde – se destinarán
al objetivo de descarbonización en el horizonte del año 2030.
La previsión
es que en 2030 el 90 % de todos los nuevos vehículos privados en el Paraguay sean
eléctricos. Y que ese porcentaje crezca hasta el 100 % en 2035.
Paraguay tiene
mucho que aportar en esta transición energética. No solo se trata de un país
enormemente rico en fuentes renovables como las binacionales, también el viento
y el sol, sino que ha decidido asumir el liderazgo investigador, que está
propiciando que estas energías limpias sean cada vez más competitivas. La
mejora constante de la tecnología en las últimas décadas ha permitido que la
energía eólica se convirtiera ya en 2021 en la principal fuente de generación
eléctrica, aportando el 23,3% de los kilovatios producidos. Y la energía
procedente del sol se ha multiplicado también hasta suponer casi el 10% entre
fotovoltaica y térmica. En estos momentos, la mitad de la energía eléctrica en
Paraguay se genera ya con energías renovables, pero aún queda un largo camino
por recorrer para alcanzar el objetivo de la descarbonización en 2035 .
ELECTRIFICACIÓN
CON RENOVABLES
Pero esa
descarbonización pasa por una electrificación intensa de la economía. Si la
última década demostró ser la década de las energías renovables, está será la
década de la electrificación. Y ocurrirá. El desafío está en hacerla más rápida
y lo más extendida posible. Eso sí, electrificar el consumo final tanto como
sea posible es una condición necesaria pero no suficiente: antes tenemos que
haber realizado un despliegue masivo energías renovables.
Para
alcanzar la meta de la electrificación, la transformación del transporte es
básica y es una de las asignaturas pendiente que
Paraguay debe
aprobar. En la actualidad el transporte representa el 100 % de las emisiones
totales de gases de efecto invernadero. La sustitución de los vehículos de
combustión por vehículos eléctricos en las próximas décadas será la clave para
completar esta transformación. La previsión es que en 2030 el 67% de todos los
nuevos vehículos privados en el Mercosur sean eléctricos. Y que ese porcentaje
crezca hasta el 80% en 2050. En esa fecha, la participación de la electricidad
en la demanda final de energía supondrá ya más del 70%.
Junto al
coche eléctrico, los otros grandes retos de la electrificación para reducir la
emisión de gases de efecto invernadero están en la industria, la agricultura y
el sector residencial. Sustituir la utilización de combustibles fósiles para
calefacción en los edificios por electricidad producida por renovables
permitiría reducir casi el 10% de las emisiones. La electrificación es el gran
reto, ambicioso pero posible, que consiste en la sustitución de todas estas
tecnologías que usan combustibles fósiles para su funcionamiento por otras que
utilizan electricidad producida con fuentes renovables de energía.
Y los
beneficios de esta transformación son múltiples. En primer lugar, la
electrificación permite asegurar el suministro de energía de forma segura y
asequible, reduciendo la dependencia de fuentes y materias primas del exterior
y con ello la volatilidad de los precios, dotándolos de mayor estabilidad.
Permite además aumentar la eficiencia energética. Y sobre todo reduce los gases
de efecto invernadero que produce la combustión de combustibles fósiles,
mejorando con ello la calidad de aire y la salud de los ciudadanos y
combatiendo el cambio climático que amenaza a nuestro planeta.
LIDERAZGO Del
MERCOSUR
La apuesta
por las energías limpias y la descarbonización de la economía va permitir a
liderar esta nueva revolución mundial. América del Sur está muy lejos de poder competir con Estados
Unidos y China en otras nuevas tecnologías como pueden ser los semiconductores,
incluso en el desarrollo de la hiperconectividad. Sin embargo, no hay ninguna
duda de que Mercosur, con Paraguay puede jugar un papel destacado, lidera la
transformación energética y está en condiciones de ofrecer al mundo unas
energías limpias y transformadoras con las que moverse y desarrollarse sin
poner en riesgo la salud del planeta.
por Dr. Gerardo Meza C. | Mar 29, 2022 | blog
Reflexionar sobre estos aspectos nos permitirán detectar, en nosotros y los otros, aspectos para mejorar. ser un Líder fuerte y emocionalmente inteligente requiere dosis iguales de autoconciencia, autogestión y humildad.
Cómo
reconocer a un líder fuerte y con inteligencia emocional
El desafío
de los conductores es encabezar equipos diversos en contextos de alta
incertidumbre, donde lo urgente erosiona la energía que requiere lo importante.
Cuáles son las dos habilidades clave para ser un líder sólido
No se trata
del coeficiente intelectual (IQ) de un líder sino de considerar su coeficiente
emocional como medida de las habilidades interpersonales y de comunicación que
posee
No se trata
del coeficiente intelectual (IQ) de un líder sino de considerar su coeficiente
emocional como medida de las habilidades interpersonales y de comunicación que
posee
Existen
líderes que no son conscientes, no han desarrollado o no han llegado a
transformar las habilidades que el mundo hoy demanda para enfrentar desafíos
inesperados, constantes y rápidos. Si consideramos que las fortalezas y
debilidades —sean físicas, mentales o emocionales— son situacionales, ante
alguna circunstancia, o frente a determinados competidores o en algún momento
particular, aquellos que fueron líderes fuertes en un momento podrían dejar de
serlo en otro contexto.
Algo similar
ocurre con los estándares de inteligencia: no se trata del coeficiente
intelectual (IQ) de un líder sino de considerar su coeficiente emocional como
medida de las habilidades interpersonales y de comunicación que posee.
Especialmente hoy, donde la inteligencia artificial y la automatización de procesos
generan interacciones menos humanas que antes, el coeficiente emocional (EQ) se
convierte en un aspecto fundamental para liderar equipos y transformar las
organizaciones.
Saber
identificar a tiempo los comportamientos que denotan debilidad o falta de
inteligencia emocional de los líderes le permitirá a toda organización dar un
primer gran paso hacia su transformación positiva, evitando riesgos que puedan
poner en jaque su futuro.
Una manera
de identificar si una persona que ejerce un rol de liderazgo tiene baja
inteligencia emocional es mediante el análisis de algunas de sus conductas o
manifestaciones. Una de de ellas se refiere a la velocidad para juzgar y sacar
conclusiones. Hoy todo es tan rápido que parece que debemos tomar (y esperar de
otros que tomen) decisiones con gran velocidad. No siempre ser rápido es
sinónimo de ser efectivo y, mucho menos, es un signo de inteligencia emocional.
Las personas con bajo EQ suelen juzgar con velocidad porque no tienen una buena
comprensión de cómo leer las emociones de otras personas, o incluso las
propias. Además, debido a los que tienen esta tendencia a juzgar suelen ser
impulsivos o negativos, tienden a percibir a otros (o a una situación) de forma
negativa antes de darse el tiempo para evaluar el contexto de forma objetiva y
precisa, lo que generará que tengan una visión distorsionada de la realidad,
por lo que lo que harán y lo que dirán (o no harán o ni dirán) será consecuencia
de esta interpretación acotada.
La velocidad
e incertidumbre del contexto actual genera mucho nerviosismo y ansiedad. La
ansiedad es una preocupación excesiva sobre el futuro. Más allá del estrés que
todos podemos experimentar en algún momento, las personas que poseen un elevado
EQ tienen la capacidad de buscar obtener una perspectiva de una situación, con
información desde varios ángulos y practicar la atención plena antes de verse
atrapados por el espiralado camino de la ansiedad.
Las personas
con bajo EQ carecen de empatía. No tienden a escuchar las opiniones y
pensamientos de los demás para poder considerar un punto de vista diferente.
Otro
elemento que evidencia un bajo EQ es no saber aceptar críticas. Aunque todos
decimos estar abiertos a las críticas constructivas, si cuando las recibimos
sentimos enojo, nos cerramos o tratamos de justificar los hechos, es una clara
evidencia de una baja inteligencia emocional. Solo las personas honestas,
seguras de sí y con un EQ elevado pueden aceptar y procesar realmente las
críticas, lo que les permitirá evaluar sus fortalezas y proponerse un camino de
transformación en aquellos aspectos débiles.
¿Alguna vez
han interactuado con alguna persona que parece no escuchar nuestros argumentos,
y que va procesando su respuesta más allá de lo que les estamos diciendo? Las
personas con bajo EQ carecen de empatía. No tienden a escuchar las opiniones y
pensamientos de los demás para poder considerar un punto de vista diferente.
Aquellos que poseen un mayor desarrollo emocional en los aspectos de escucha
tienden a ser percibidos como líderes confiables, lo que redunda en una mayor
satisfacción laboral y fomenta la creatividad de los equipos.
Hoy se habla
de resiliencia como un valor fundamental de las organizaciones, entendiendo por
ella a la capacidad que tiene una persona para superar un hecho o circunstancia
traumáticas. Sabemos que parte de todo proceso de aprendizaje, especialmente
cuando hablamos de innovación, las posibilidades de fallar son muy elevadas.
Las personas con bajo EQ no son resilientes, ya que tienden a concentrarse más
en los errores y tienen muchas más dificultades para recuperarse emocionalmente
de un error, especialmente si el mismo los ha expuesto ante otros.
Aunque
muchas personas tienden a clasificar como débil a un líder tímido, dócil,
deferente o manso, lo cierto es que existen muchos líderes débiles que se
muestran grandilocuentes, egocéntricos, dominantes o dictatoriales. Y aunque
estos logren con éxito algunos de sus objetivos, si las personas no recurren a
él o si no buscan la manera de estar en su equipo, estaremos ante una evidencia
de un liderazgo débil.
La falta de
visión o de estrategia es otra de las manifestaciones de debilidad. Los líderes
débiles tienen la costumbre de no pensar más allá del hoy y, aunque puedan
lidiar con problemas e inquietudes inmediatos, en general se sienten cómodos
con el statu quo. Esta suerte de “miopía” hace que otros lo emulen y se centren
en las tareas inmediatas en lugar de trabajar con una visión y planificación
estratégica coherente y consistente.
El
aislamiento sigue en la lista. Un líder que se mantiene inaccesible y no
disponible, encerrado en su oficina (u aislado virtualmente) transmite un claro
mensaje a los demás: no está dispuesto a participar. El mensaje se asocia más a
un privilegio o como señal de inseguridad. De igual manera, es imposible
concebir a un líder fuerte si es que posee pocas habilidades de comunicación.
Si no puede comunicarse no puede conectarse con otros y, mucho menos, generar
compromiso y transparencia. La capacidad de hablar, de escribir y, sobre todo,
de escuchar activamente son habilidades esenciales de liderazgo. En esta línea,
no menos relevante es la incapacidad de inspirar y de desarrollar a otros. Los
líderes fuertes energizan e inspiran a los equipos para que alcancen niveles
más altos de desempeño y potencial, mientras que los débiles no sólo no generan
este efecto, sino que se enfocan únicamente en hacer el trabajo en lugar de
usarlo como medio para que la gente desarrolle nuevas competencias y
habilidades.
Otra
evidencia de debilidad radica en el doble standard: los líderes débiles tienen
la costumbre de decir una cosa y hacer otra
Otra
evidencia de debilidad radica en el doble standard: los líderes débiles tienen
la costumbre de decir una cosa y hacer otra, considerando que está bien
establecer reglas para los demás, pero ellos se mantienen exentos de
cumplirlas. Esta falta de consistencia es un factor importante en el liderazgo
exitoso, y todo líder debe saber que las personas lo observan en cada paso y
toman las señales de su comportamiento.
Finalmente,
la resistencia al cambio. Toda organización, negocio —incluso podemos
extenderlo a países— están en constante crecimiento y evolución. Los líderes
que se resisten al cambio y la mejora pueden ser arrogantes, complacientes, o
ambos. Creen que las cosas están bien como están y no están interesados en
pasar al siguiente nivel o posicionarse para el futuro, lo que es un gran
riesgo porque dejan la suerte de su organización en manos de las
transformaciones que otros líderes harán. Hoy, no hacer nada o no mejorar es
dejar nuestra suerte en manos de los que sí lo hacen.
Reflexionar
sobre estos aspectos nos permitirán detectar, en nosotros y en los otros,
aspectos para mejorar. Ser un líder fuerte y emocionalmente inteligente
requiere dosis iguales de autoconciencia, autogestión y humildad.