No cuestionamos la Democracia

Al votar el sistema llamado democrático se parece cada vez al gobierno de los ricos y cada vez menos al gobierno del pueblo. Imposible de negar la evidencia » la masa de los pobres llamada a votar nunca es llamada a gobernar»

A votar El sistema llamado democrático se parece cada vez mas a un gobierno de los ricos y cada vez menos a un gobierno del pueblo.

Imposible negar la evidencia: “la masa de los pobres llamada a votar nunca es llamada a gobernar”.

En su libro Política, Aristóteles nos dice en primer lugar esto: “En democracia, los pobres son reyes porque son mayoría, porque la voluntad de la mayoría tiene fuerza de ley”. En un segundo pasaje, parece restringir primero el alcance de esta frase, luego la amplia, la completa y acaba por establecer un axioma: “La equidad en el seno del Estado exige que los pobres no posean de ningún modo mas poder que los ricos, que no sean los únicos soberanos, sino que todos los ciudadanos lo sean en proporción a su número. Estas son las condiciones indispensables para que el Estado garantice eficazmente la igualdad y libertad”.

Aristóteles nos dice que, aunque participen con total legitimidad democrática en el gobierno de las polis, los ciudadanos ricos serán siempre una minoría en razón de una incontestable proporcionalidad. Sobre un punto, tenía razón:  por mas lejos que nos remontemos en el tiempo, nunca los ricos fueron mas numerosos que los pobres. Pese a esto, los ricos siempre gobernaron el mundo o sostuvieron los hilos de los que gobernaban. Constatación mas actual que nunca. Señalemos de paso que, para Aristóteles, el Estado representa una forma superior de moralidad…….

Todo manual de derecho constitucional nos enseña que la democracia es “una organización Interna del Estado por la cual el origen y el ejercicio del poder político incumbe al pueblo, organización que permite al pueblo gobernado gobernar a su vez por medio de sus representantes electos”. Aceptar definiciones como esta, de una pertinencia tal que roza las ciencias exactas, correspondería, transpuestas a nuestra vida, a no tener encuentra la gradación infinita de estados patológicos a los que nuestro cuerpo puede verse confrontado en todo momento.

En otros términos: el hecho de que la democracia pueda definirse con mucha precisión no significa que funcione realmente. Una breve incursión en la historia de las ideas políticas conduce a dos observaciones a menudo descartadas so pretexto de que el mundo cambia. La primera, recuerda que la democracia apareció en Atenas, hacia el siglo V antes de Cristo; que suponía la participación de todos los hombres libres en el gobierno de la ciudad; estaba fundada en la forma directa, siendo los cargos efectivos o atribuidos según un sistema mismo de sorteo y elección; y los ciudadanos tenían derecho al voto y a presentar propuesta en las asambleas populares.

Sin embargo – esta es la segunda observación -, en Roma, continuadora de los griegos, el sistema democrático no consiguió imponerse. El obstáculo procedió del poder económico desmedido de una aristocracia latifundista que veía en la democracia un enemigo directo. Pese al riesgo de toda extrapolación, ¿podemos evitar preguntarnos si los imperios económicos contemporáneos no son, también, adversarios radicales de la democracia, aunque se mantengan por el momento las apariencias?

El lugar del poder.

Las instancias del poder político intentan desviar nuestra atención de una evidencia: dentro mismo del mecanismo electoral se encuentran en conflicto una opción política representada por el voto y una abdicación cívica. ¿Acaso no es cierto que, en el preciso momento en que la boleta es introducida en la urna, el elector transfiere a otras manos, sin mas contrapartida que algunas promesas escuchadas durante la campaña electoral, la parcela del poder político que poseía hasta ese momento en tanto miembro de la comunidad ciudadanos?

Este papel de abogado de diablo que asumo puede parecer imprudente. Razón de mas para para que examinemos que es nuestra democracia y cual es su utilidad, antes de pretender- obsesión de nuestra época- hacerla obligatoria y universal. Esta caricatura de democracia que, como misioneros de una nueva religión procuramos imponer al resto del mundo no es la democracia de los griegos, sino un sistema que los mismos romanos no habrían vacilado en imponer a sus territorios. Este tipo de democracia, rebaja por mil parámetros económicos y financieros habría llegado sin duda hacer cambiar de idea a los latifundistas del Lacio, transformados entonces en los más fervientes demócratas………

Puede emerger en la mente de ciertos lectores una enojosa sospecha sobre mis convicciones democrática, dadas mis muy conocida inclinaciones ideológicas….

Defiendo la idea de un mundo verdaderamente democrático que finalmente se haga realidad, dos mil quinientos años después de Sócrates, Platón y Aristóteles. Esa quimera griega de una sociedad armoniosa, sin distinciones entre amos y esclavos, como la conciben las almas cándidas que siguen creyendo en la perfección.

Algunos medirán: pero las democracias occidentales no son censatarias ni racistas, el voto del ciudadano rico o de piel blanca cuenta tanto en las urnas como el del ciudadano pobre o de piel oscura. Si nos fiamos de semejantes apariencias, habríamos alcanzados el summum de la democracia.

A riesgo de aplacar esos ardores, diré que las realidades terribles del mundo en que vivimos hacen irrisorio ese cuadro idílico y que, de un modo u otro, acabaremos dando con un cuerpo autoritario disimulado bajo los más bellos de la democracia.

Así, el derecho de voto, expresión de una voluntad política, es al mismo tiempo un acto de renuncia a esa misma voluntad, puesto que el elector la delega a un candidato. Al menos para una parte de la población, el acto de votar es una forma de renuncia temporaria a una acción política personal, puesta en sordina hasta las siguientes elecciones, momentos en que los mecanismos de delegación volverán al punto de partida para empezar otra vez de la misma manera.

 Para la minoría elegida, esta renuncia puede constituir el primer paso de un mecanismo que autoriza muchas veces, a pesar de las vanas esperanzas de los electores, a perseguir objetivos que no tienen nada de democráticos y pueden ser verdaderas ofensas a la ley. En principio, a nadie se le ocurriría elegir como representantes al Parlamento a individuos corruptos, incluso si la triste experiencia nos enseña que las altas esferas del poder, en el plano nacional e internacional, están ocupadas por ese tipo de criminales o sus mandatarios. Ninguna observación microscópica de los votos depositados en las urnas tendría el poder de hacer visibles los signos delatores de las relaciones entre los Estados y los grupos económicos cuyos actos delictivos, e incluso bélicos, llevan a nuestro planeta derecho a la catástrofe.

La experiencia confirma que una democracia política que no descansa sobre una democracia económica y cultural no sirve de mucho. Despreciada y relegada al depósito de las fórmulas envejecidas, la idea de una democracia económica ha dejado lugar a un mercado triunfante hasta la obscenidad. Y la idea de una democracia cultural fue reemplazada por la no menos obscena de una masificación industrial de las culturas, pseudo melting-pot que se utiliza para enmascarar la predominancia de una de ellas.

Creemos haber avanzado, pero en realidad retrocedemos. Hablar de democracia se volverá cada vez más absurdo si nos obstinamos en identificarla con instituciones denominadas partidos, Parlamentos, gobiernos, sin proceder a un análisis del uso que estos últimos hacen del voto que les permitió acceder al poder. Una democracia que no se autocritica, se condena a la parálisis.

No concluyan que estoy en contra de la existencia de los partidos: milito dentro de uno de ellos. No crean tampoco que aborrezco los Parlamentos: los apreciaría si se consagraran más a la acción que a la palabra. Y tampoco imaginen que soy el inventor de una receta mágica que permite a los pueblos vivir felices sin tener gobierno. Me niego a admitir que sólo se pueda gobernar y desear ser gobernado según los incompletos e incoherentes modelos democráticos vigentes.

Los califico así porque no veo otra forma de designarlos. Una democracia verdadera, que inundaría con su luz, como un sol, a todos los pueblos, debería comenzar por lo que tenemos a mano, es decir, el país en que nacimos, la sociedad en que vivimos, la calle donde moramos.

Si esta condición no es respetada —y no lo es— todos los razonamientos anteriores, es decir, el fundamento teórico y el funcionamiento experimental del sistema, estarán viciados. Purificar las aguas del río que atraviesa la ciudad no servirá de nada si el foco de la contaminación está en las fuentes.

La cuestión principal que todo tipo de organización humana se plantea, desde que el mundo es mundo, es la del poder. Y el principal problema es identificar quién lo detenta, verificar por qué medio lo obtuvo, qué uso hace de él, qué métodos utiliza y cuáles son sus ambiciones.

Si la democracia fuera realmente el gobierno del pueblo, para el pueblo y por el pueblo, todo debate cesaría. Pero no estamos en ese punto. Y sólo un espíritu cínico se animaría a afirmar que todo va inmejorablemente bien en el mundo en que vivimos.

Se dice también que la democracia es el sistema político menos malo, y nadie se percata de que esta aceptación resignada de un modelo que se contenta con ser “el menos malo” puede constituir el freno de una búsqueda de algo “mejor”.

El poder democrático es, por su naturaleza, siempre provisorio. Depende de la estabilidad de las elecciones, de las fluctuaciones de las ideologías y de los intereses de clase. Podemos ver en él una suerte de barómetro orgánico que registra las variaciones de la voluntad política de la sociedad. Pero de un modo flagrante ya no contamos las alternancias políticas aparentemente radicales que tienen por efecto cambios de gobierno, pero que no vienen acompañadas por transformaciones sociales, económicas y culturales tan fundamentales como hacía suponer el resultado del sufragio.

En efecto, decir gobierno “socialista”, o “socialdemócrata”, o aun “conservador”, o “liberal” y llamarlo “poder”, no es más que una operación estética barata. Es pretender nombrar algo que no se encuentra allí donde querrían hacérnoslo creer. Porque el poder, el verdadero poder, se encuentra en otra parte: es el poder económico. Ese cuyos contornos de filigrana percibimos, pero se nos escapa cuando queremos aproximarnos a él y contraataca si nos dan ganas de restringir su influencia, sometiéndolo a las reglas del interés general.

En términos más claros: los pueblos no han elegido a sus gobiernos para que éstos los “ofrezcan” al mercado. Pero el mercado condiciona a los gobiernos para que éstos les “ofrezcan” a sus pueblos. En nuestra época de mundialización liberal, el mercado es el instrumento por excelencia del único poder digno de ese nombre, el poder económico y financiero. Éste no es democrático puesto que no ha sido elegido por el pueblo, no es gestionado por el pueblo y sobre todo porque no tiene como finalidad el bienestar del pueblo.

No hago más que enunciar verdades elementales. Los estrategas políticos, de todos los bandos, han impuesto un silencio prudente para que nadie se atreva a insinuar que seguimos cultivando la mentira y aceptamos ser cómplices de ella.

El sistema llamado democrático se parece cada vez más a un gobierno de los ricos y cada vez menos a un gobierno del pueblo. Imposible negar la evidencia: la masa de los pobres llamada a votar nunca es llamada a gobernar. En la hipótesis de un gobierno formado por los pobres, donde éstos representarían la mayoría, como Aristóteles imaginó en su Política, ellos no dispondrían de los medios para modificar la organización del universo de los ricos que los dominan, vigilan y asfixian.

La pretendida democracia occidental ha entrado en una etapa de transformación retrógrada que no puede detener, y cuyas consecuencias previsibles serán su propia negación. No hay necesidad alguna de que alguien tome la responsabilidad de liquidarla, ella misma se suicida todos los días.

¿Qué hacer? ¿Reformarla? Sabemos que, como escribió acertadamente el autor de El Gatopardo, reformar no es otra cosa que cambiar lo necesario para que nada cambie. ¿Renovarla? ¿Qué época del pasado suficientemente democrática valdría la pena que regresemos a ella para, a partir de ahí, reconstruir con nuevos materiales lo que está en el camino de la perdición? ¿La de la Grecia antigua? ¿La de las repúblicas mercantiles de la Edad Media? ¿La del liberalismo inglés del siglo XVII? ¿La del siglo francés de las Luces? Las respuestas serían tan fútiles como las preguntas…

¿Qué hacer entonces? Dejemos de considerar la democracia como un valor adquirido, definido de una vez por todas e intocable para siempre. En un mundo en que estamos acostumbrados a debatir todo, sólo persiste un tabú: la democracia. Antonio Salazar (1889-1970), el dictador que gobernó Portugal durante más de cuarenta años, afirmaba: “No se cuestiona a Dios, no se cuestiona la patria, no se cuestiona la familia”. Hoy en día cuestionamos a Dios, a la patria, y si no cuestionamos la familia es porque ella se encarga de hacerlo sola. Pero no cuestionamos la democracia.

Entonces digo: cuestionémosla en todos los debates. Si no encontramos un modo de reinventarla, no perderemos sólo la democracia, sino la esperanza de ver un día los derechos humanos respetados en este planeta. Sería entonces el fracaso más estruendoso de nuestro tiempo, la señal de una traición que marcaría a la humanidad para siempre.

Es tiempo de nuevas generaciones.

Es tiempo de nuevas generaciones.

El Acento económico debería ser la marca de estas elecciones, para la recuperación económica y financiera post pandemia.

Por Gerardo Meza (*)

El “Acento económico debería ser la Marca de estas elecciones”, para la recuperación económica post pandemia, que pueda ir consolidando, y que esto genere efecto multiplicador, para que el nuevo  gobierno elegido en estas próximas elecciones, desde el sistema financiero sigan apoyando a los diferentes actores en sus negocios y así esto pueda ser traducido a un mayor crecimiento de crédito, con nuevas inversiones, que generen fuentes de empleos y contribuyan así al desarrollo del Paraguay que queremos.

El país necesita de un presidente de la República, y congresistas, que promuevan estos compromisos, que son valores que conozcan bien estos temas de la economía y de las finanzas.

Los electores deberían ver estos perfiles, en las próximas elecciones que se aproximan, para elegir a los mejores candidatos, que tengan estos conocimientos, para estos propósitos, y con una buena gobernanza por sus conocimientos, de recuperar y hacer crecer la economía, para crear empleos dignos, y con esta nueva gestión tengamos un desarrollo sostenible, responsable, y que genere bienestar económico a la población. Dándonos educación, seguridad, salud. Estos significan empleo, que traerán dignidad, y desarrollo al Paraguay que queremos.

(*) Autor del Plan de Gestión Estratégico del BCP.

      Autor del Plan Estratégico del M.R.E.

       Autor del Plan de Gestión estratégico      de la CONATEL.

Los Motores para el Desarrollo del pais.

Los Motores para el Desarrollo del pais.

Los Motores para el Desarrollo del pais: El Biodiesel y nuestra energía hidroeléctrica de la Binacionales.

En toda América Latina, el etanol que se utiliza como biocombustible es obtenido a partir de la caña de azúcar, aceite de soja, entre otros. Los ingenios que producen azúcar y etanol funcionan, por razones técnicas, sólo mientras dure la zafra, aproximadamente 180 días en el año. Existen tecnologías modernas que permiten utilizar estas instalaciones el resto del año utilizando otras materias primas como la mandioca, el sorgo dulce, el maíz, el girasol, aceite de soja, entre otros.

 Paraguay podría incorporar esas técnicas y tecnologías para la industrialización  de estas materias primas y cumplir con sus exigentes normas y requerimientos del Biodiesel.

Por razones económicas difícilmente la caña se transporte a más de unas decenas de kilómetros para ser procesada. Luego, la producción de etanol no solo potenciará la agricultura sino también la industria nacional.

El biodiesel se puede producir a partir de cualquier aceite vegetal o animal.

Existe en el país una muy eficiente cadena de producción integrada de aceite de soja, a partir de la misma se puede abordar la producción de biodiesel en forma rápida y económica.

La mayoría de las Empresas de Escudería (marcas) paraguayas, como sea PUMA, BARCOS Y RODADOS, COPETROL entre otros, deben comenzar el proceso industrial de producción de biodiesel, estableciendo planta productora, y de esta forma darle valor agregado a nuestras materias primas, y con esta política de industrialización del país, vamos a dejar de depender del petrodiésel o gasóleos obtenido del petróleo, y también de los vaivenes de los precios internacionales, y de las guerras, como en este momento de la Invasión de Rusia a Ucrania.

Hoy día el tema de los biocombustibles ha cobrado mucha fuerza y ha despertado gran interés en varios países, el Gobierno de turno debe incorporar dentro de las áreas estratégicas en las que basan sus políticas de gobierno. Esto se debe a la alta y costosa dependencia del petróleo en sus matrices energéticas, sumada a las oscilaciones en su precio con permanente alta tendencia alcista, o por la guerra de Rusia y Ucrania.

Petropar siempre termina ajustando sus precios finales de gasoíl, ya que la petrolera estatal depende de los precios internacionales y de las variaciones de los tipos de cambios (las guerras de las monedas y también la guerra de Rusia con Ucrania) es bastante impredecible en sus decisiones, que efectivamente, la estatal alza el precio cuando no tiene que subir y también disminuye cuando aún no están dadas las condiciones, por lo que de concretarse alguna variación, que depende de los vaivenes de las guerras de las monedas, y de las guerras entre los países productores del Petróleo.(Que utilizan como arma sus petróleo).

Hace tiempo con esta política de Desarrollo de industrializar nuestras materias primas. Petropar ya no debería ser el parámetro válido para la medición de precios, en cuanto a los ´´Biodiesel´´ En este momento, la cotización internacional del petróleo y sus derivados tampoco justificarían en ese sentido que se registre a nivel interno e internacional la suba del mismo producto.

La estatal, y lo del privado, permanentemente aumenta el precio de los derivados del petróleo. Cabe destacar que la petrolera(Petropar)  hoy ya no tiene el “monopolio de hecho” en el mercado del gasoíl. Históricamente, el precio de este combustible fue manejado políticamente, y hoy con la guerra entre Rusia y Ucrania, lo que ocasionan fuertes perjuicios a toda la economía nacional.

Es por ello que el gobierno de turno tiene que cambiar esta “Matriz energética”, para los transporte públicos y vehículos privados, que sean  todos eléctricos, utilizando nuestra energía hidroeléctrico de Itaipu y Yacyreta, para definitivamente de la dependencia de los combustibles de origen fósil.

Si en cambio la producción de este biocombustible se realiza a partir de cultivos como la soja, mandioca, algodón, el sorgo dulce, el maíz, el girasol y no tradicionales como la jatropha, esto permitirá incorporar a la producción tierras semiáridas, aprovechando la inmensa resistencia de esta planta a las condiciones ambientales más hostiles.

Existen, además, inmensas áreas y zonas de tierras en el país, conflictivas, marginales, actualmente incultas, que requieren la presencia del Estado, grandes inversiones en infraestructura, sistemas de riego y fertilizantes para entrar en producción. Para erigirse en un aliado importante y en una industria que apoyará proyectos de tipo social y desarrollo rural, incluyendo temas de equidad y de redistribución de ingresos en nuestro país.

 En las Zonas más conflictivas, (San Pedro, Concepción entre otros), Implantar el proyecto Industria (fabrica) del Agricultor para organizar a los productores en asociaciones, con el objetivo de dar valor agregado, a los productos reunidos podrán mejorar la calidad de sus productos, industrializarlos y venderlos con mayor ventaja. Los productores reunidos en las Fábricas del Agricultor, deben recibir financiación y asistencia técnica para desarrollar procesos industriales para sus productos agrícolas o pecuarios.

 Que el departamento de San Pedro ha sido prácticamente abandonado por los sucesivos gobiernos, es una realidad manifiesta que ya ni siquiera sorprende, aunque indudablemente indigna. Sabiendo perfectamente que se trata de una de las jurisdicciones políticas menos favorecidas del país, lo lógico hubiera sido que las distintas administraciones del Estado enfocaran su acción en esa región, impulsando las políticas que tendieran a paliar los graves déficits existentes en materia social y también productiva.

 Los nuevos precios internacionales de los productos agrícolas potenciarán el interés de los empresarios en realizar esas inversiones, aumentando de esta forma no solo el valor sino también el volumen de nuestras exportaciones.

 El BIODIESEL y nuestra energía hidroeléctrica de las Binacionales  debería ser los Motores de desarrollo del país, para dar oportunidad de trabajo digno a nuestros campesinos y sacarle de la pobreza y la marginalidad de nuestro pueblo.  

Todo esto traerá aparejado una bonanza económica para los productores rurales y la población en general , si los sistemas impositivos funcionan correctamente, para la economía en general. Esto nos induce a reconocer que, por su potencial y por la manera en que se expanden, representan una estrategia, para que sea los motores principales de la economía, y reducir la pobreza y crear empleos, salud, seguridad entre otros y llevar a un Nuevo Paraguay que queremos

Ley N° 4601

Ley N° 4601

La Ley N° 4601 de incentivos a la importación de «Vehículos Eléctricos» . El Congreso de la Nacíon paraguaya sanciona con fuerza de Ley en el año seis de diciembre del año dos mil once (2011).

Artículo 1°.- Queda exonerado del pago del Impuesto Aduanero a la Importación y del Impuesto al Valor Agregado (IVA), la importación para el mercado nacional de vehículos eléctricos.

Artículo 2°.- Se entiende por vehículo eléctrico a los efectos de esta Ley, todo vehículo de transporte terrestre de uso personal y/o colectivo, impulsado por un motor a corriente eléctrica, sean estos nuevos o usados. Se incluye en esta Ley también a los motores híbridos que poseen como una de sus fuentes a la energía eléctrica.

Artículo 3°.- Las autoridades aduaneras y tributarias competentes dictarán las normas reglamentarias, necesarias para la aplicación de las exoneraciones establecidas en esta Ley.

Artículo 4°.- El Estado implementará las medidas necesarias para el establecimiento gradual de puntos de recarga rápida con tarifas preferenciales en las principales ciudades del país.

Los propietarios de estaciones de servicios o las personas que tengan interés en hacerlo, podrán instalar bocas de expendio para carga rápida de vehículos eléctricos, debiendo las autoridades competentes otorgar facilidades administrativas para el efecto y reglamentar las condiciones de seguridad en las que se prestará el servicio de expendio o recarga.

Artículo 5°.- El Poder Ejecutivo reglamentará la presente Ley en el plazo de 90 (noventa) días a partir de su promulgación.

Artículo 6°.- Comuníquese al Poder Ejecutivo.

Aprobado el Proyecto de Ley por la Honorable Cámara de Senadores, a seis días del mes de diciembre del año dos mil once, quedando sancionado el mismo, por la Honorable Cámara de Diputados, a veintiocho días del mes de marzo del año dos mil doce, de conformidad a lo dispuesto en el Artículo 207 numeral 1) de la Constitución Nacional.

Paraguay: Debería apostar por la independencia energética y la competitividad.

En la actualidad el Paraguay importa el 100% del Petróleo y gas. procede de los paises que tienen un solo Líder (Autócrata), y en el caso nuestro ese porcentaje es del 100% del petróleo y gas importamos, cifras exclusivas (suficientes) para alterar el mercado.

Se debe de cambiar esta «Política del sistema de energía, y de nuestra Matriz Industrial». Hoy el 99% de nuestra industria producen a «Leña y Carbón», y solamente el 1% a energía eléctrica.

La escalada de los precios del petróleo y gas, que se ha acelerado especialmente a raíz del ataque a Ucrania, ha disparado la factura energética de origen fósil de hogares y empresas en todo el país  y ha puesto a la economía del Paraguay  ante un reto urgente: asegurar su independencia energética y avanzar en la electrificación de la economía a partir de energías renovables. De Itaipu y Yacyreta-

En la actualidad, el 100% del petróleo y

del gas importamos, procede de los países que tienen un solo líder (Autócratas) y en el caso nuestro ese porcentaje es del 100%, cifras exclusivas (suficientes) para alterar el mercado. Y este petróleo y gas, utilizado en la “Masa matriz” de los transportes públicos y privados, es en estos momentos determinante a la hora de fijar el precio del petróleo y gas, hasta el punto de que el 45 % del incremento de esa subida que estaba experimentando se debió a la escalada de los precios del petróleo y gas. Por cada dólares  que sube esa materia prima, sube 1000 guaraníes o más el precio en el mercado minorista y mayorista, el famoso pool eléctrico.

La volatilidad de este hidrocarburo ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad del modelo de la “Matriz energética”. Y si antes el país  tenía marcada una senda hacia la descarbonización, con la construcción de las binacionales ahora, con la última comunicación del Brasil, para que el Paraguay contrate la potencia de la energía que les corresponde como socio Condómino  lo ha dejado claro: hay que pisar el acelerador aún más. Un modelo que obliga a repensar la estrategia de suministro y acelerar la salida del petróleo gas, y electrificar la economía basada en fuentes renovables. De Itaipu y Yacyreta.

DESCARBONIZACIÓN

La opción no es otra que acelerar la transición energética que ya está en marcha y apostar de forma decidida por la descarbonización. Esa es la auténtica revolución que Paraguay  debería buscar  y  transformar la energía que debe mover el pais. La necesidad urgente de combatir el calentamiento global y apostar por la sostenibilidad del planeta ya eran argumentos que justificaban esta estratégica apuesta el Paraguay. Pero esos argumentos se ven ahora más reforzados con el estallido de las hostilidades. En este contexto, los fondos que el país moviliza para recuperarse del paso de la COVID-19 aparecen como una oportunidad para impulsar la transformación. Debemos utilizar nuestra energía hidroeléctrica de Itaipu y Yacyreta, del 100% de la energía que nos corresponde – se destinarán al objetivo de descarbonización en el horizonte del año 2030.

La previsión es que en 2030 el 90 % de todos los nuevos vehículos privados en el Paraguay sean eléctricos. Y que ese porcentaje crezca hasta el 100 % en 2035.

Paraguay tiene mucho que aportar en esta transición energética. No solo se trata de un país enormemente rico en fuentes renovables como las binacionales, también el viento y el sol, sino que ha decidido asumir el liderazgo investigador, que está propiciando que estas energías limpias sean cada vez más competitivas. La mejora constante de la tecnología en las últimas décadas ha permitido que la energía eólica se convirtiera ya en 2021 en la principal fuente de generación eléctrica, aportando el 23,3% de los kilovatios producidos. Y la energía procedente del sol se ha multiplicado también hasta suponer casi el 10% entre fotovoltaica y térmica. En estos momentos, la mitad de la energía eléctrica en Paraguay se genera ya con energías renovables, pero aún queda un largo camino por recorrer para alcanzar el objetivo de la descarbonización en 2035 .

ELECTRIFICACIÓN CON RENOVABLES

Pero esa descarbonización pasa por una electrificación intensa de la economía. Si la última década demostró ser la década de las energías renovables, está será la década de la electrificación. Y ocurrirá. El desafío está en hacerla más rápida y lo más extendida posible. Eso sí, electrificar el consumo final tanto como sea posible es una condición necesaria pero no suficiente: antes tenemos que haber realizado un despliegue masivo energías renovables.

Para alcanzar la meta de la electrificación, la transformación del transporte es básica y es una de las asignaturas pendiente que

Paraguay debe aprobar. En la actualidad el transporte representa el 100 % de las emisiones totales de gases de efecto invernadero. La sustitución de los vehículos de combustión por vehículos eléctricos en las próximas décadas será la clave para completar esta transformación. La previsión es que en 2030 el 67% de todos los nuevos vehículos privados en el Mercosur sean eléctricos. Y que ese porcentaje crezca hasta el 80% en 2050. En esa fecha, la participación de la electricidad en la demanda final de energía supondrá ya más del 70%.

Junto al coche eléctrico, los otros grandes retos de la electrificación para reducir la emisión de gases de efecto invernadero están en la industria, la agricultura y el sector residencial. Sustituir la utilización de combustibles fósiles para calefacción en los edificios por electricidad producida por renovables permitiría reducir casi el 10% de las emisiones. La electrificación es el gran reto, ambicioso pero posible, que consiste en la sustitución de todas estas tecnologías que usan combustibles fósiles para su funcionamiento por otras que utilizan electricidad producida con fuentes renovables de energía.

Y los beneficios de esta transformación son múltiples. En primer lugar, la electrificación permite asegurar el suministro de energía de forma segura y asequible, reduciendo la dependencia de fuentes y materias primas del exterior y con ello la volatilidad de los precios, dotándolos de mayor estabilidad. Permite además aumentar la eficiencia energética. Y sobre todo reduce los gases de efecto invernadero que produce la combustión de combustibles fósiles, mejorando con ello la calidad de aire y la salud de los ciudadanos y combatiendo el cambio climático que amenaza a nuestro planeta.

LIDERAZGO Del MERCOSUR

La apuesta por las energías limpias y la descarbonización de la economía va permitir a liderar esta nueva revolución mundial. América del Sur  está muy lejos de poder competir con Estados Unidos y China en otras nuevas tecnologías como pueden ser los semiconductores, incluso en el desarrollo de la hiperconectividad. Sin embargo, no hay ninguna duda de que Mercosur, con Paraguay puede  jugar un papel destacado, lidera la transformación energética y está en condiciones de ofrecer al mundo unas energías limpias y transformadoras con las que moverse y desarrollarse sin poner en riesgo la salud del planeta.

Talento y Liderazgo

Reflexionar sobre estos aspectos nos permitirán detectar, en nosotros y los otros, aspectos para mejorar. ser un Líder fuerte y emocionalmente inteligente requiere dosis iguales de autoconciencia, autogestión y humildad.

Cómo reconocer a un líder fuerte y con inteligencia emocional

El desafío de los conductores es encabezar equipos diversos en contextos de alta incertidumbre, donde lo urgente erosiona la energía que requiere lo importante. Cuáles son las dos habilidades clave para ser un líder sólido

No se trata del coeficiente intelectual (IQ) de un líder sino de considerar su coeficiente emocional como medida de las habilidades interpersonales y de comunicación que posee

No se trata del coeficiente intelectual (IQ) de un líder sino de considerar su coeficiente emocional como medida de las habilidades interpersonales y de comunicación que posee

Existen líderes que no son conscientes, no han desarrollado o no han llegado a transformar las habilidades que el mundo hoy demanda para enfrentar desafíos inesperados, constantes y rápidos. Si consideramos que las fortalezas y debilidades —sean físicas, mentales o emocionales— son situacionales, ante alguna circunstancia, o frente a determinados competidores o en algún momento particular, aquellos que fueron líderes fuertes en un momento podrían dejar de serlo en otro contexto.

Algo similar ocurre con los estándares de inteligencia: no se trata del coeficiente intelectual (IQ) de un líder sino de considerar su coeficiente emocional como medida de las habilidades interpersonales y de comunicación que posee. Especialmente hoy, donde la inteligencia artificial y la automatización de procesos generan interacciones menos humanas que antes, el coeficiente emocional (EQ) se convierte en un aspecto fundamental para liderar equipos y transformar las organizaciones.

Saber identificar a tiempo los comportamientos que denotan debilidad o falta de inteligencia emocional de los líderes le permitirá a toda organización dar un primer gran paso hacia su transformación positiva, evitando riesgos que puedan poner en jaque su futuro.

Una manera de identificar si una persona que ejerce un rol de liderazgo tiene baja inteligencia emocional es mediante el análisis de algunas de sus conductas o manifestaciones. Una de de ellas se refiere a la velocidad para juzgar y sacar conclusiones. Hoy todo es tan rápido que parece que debemos tomar (y esperar de otros que tomen) decisiones con gran velocidad. No siempre ser rápido es sinónimo de ser efectivo y, mucho menos, es un signo de inteligencia emocional. Las personas con bajo EQ suelen juzgar con velocidad porque no tienen una buena comprensión de cómo leer las emociones de otras personas, o incluso las propias. Además, debido a los que tienen esta tendencia a juzgar suelen ser impulsivos o negativos, tienden a percibir a otros (o a una situación) de forma negativa antes de darse el tiempo para evaluar el contexto de forma objetiva y precisa, lo que generará que tengan una visión distorsionada de la realidad, por lo que lo que harán y lo que dirán (o no harán o ni dirán) será consecuencia de esta interpretación acotada.

La velocidad e incertidumbre del contexto actual genera mucho nerviosismo y ansiedad. La ansiedad es una preocupación excesiva sobre el futuro. Más allá del estrés que todos podemos experimentar en algún momento, las personas que poseen un elevado EQ tienen la capacidad de buscar obtener una perspectiva de una situación, con información desde varios ángulos y practicar la atención plena antes de verse atrapados por el espiralado camino de la ansiedad.

Las personas con bajo EQ carecen de empatía. No tienden a escuchar las opiniones y pensamientos de los demás para poder considerar un punto de vista diferente.

Otro elemento que evidencia un bajo EQ es no saber aceptar críticas. Aunque todos decimos estar abiertos a las críticas constructivas, si cuando las recibimos sentimos enojo, nos cerramos o tratamos de justificar los hechos, es una clara evidencia de una baja inteligencia emocional. Solo las personas honestas, seguras de sí y con un EQ elevado pueden aceptar y procesar realmente las críticas, lo que les permitirá evaluar sus fortalezas y proponerse un camino de transformación en aquellos aspectos débiles.

¿Alguna vez han interactuado con alguna persona que parece no escuchar nuestros argumentos, y que va procesando su respuesta más allá de lo que les estamos diciendo? Las personas con bajo EQ carecen de empatía. No tienden a escuchar las opiniones y pensamientos de los demás para poder considerar un punto de vista diferente. Aquellos que poseen un mayor desarrollo emocional en los aspectos de escucha tienden a ser percibidos como líderes confiables, lo que redunda en una mayor satisfacción laboral y fomenta la creatividad de los equipos.

Hoy se habla de resiliencia como un valor fundamental de las organizaciones, entendiendo por ella a la capacidad que tiene una persona para superar un hecho o circunstancia traumáticas. Sabemos que parte de todo proceso de aprendizaje, especialmente cuando hablamos de innovación, las posibilidades de fallar son muy elevadas. Las personas con bajo EQ no son resilientes, ya que tienden a concentrarse más en los errores y tienen muchas más dificultades para recuperarse emocionalmente de un error, especialmente si el mismo los ha expuesto ante otros.

Aunque muchas personas tienden a clasificar como débil a un líder tímido, dócil, deferente o manso, lo cierto es que existen muchos líderes débiles que se muestran grandilocuentes, egocéntricos, dominantes o dictatoriales. Y aunque estos logren con éxito algunos de sus objetivos, si las personas no recurren a él o si no buscan la manera de estar en su equipo, estaremos ante una evidencia de un liderazgo débil.

La falta de visión o de estrategia es otra de las manifestaciones de debilidad. Los líderes débiles tienen la costumbre de no pensar más allá del hoy y, aunque puedan lidiar con problemas e inquietudes inmediatos, en general se sienten cómodos con el statu quo. Esta suerte de “miopía” hace que otros lo emulen y se centren en las tareas inmediatas en lugar de trabajar con una visión y planificación estratégica coherente y consistente.

El aislamiento sigue en la lista. Un líder que se mantiene inaccesible y no disponible, encerrado en su oficina (u aislado virtualmente) transmite un claro mensaje a los demás: no está dispuesto a participar. El mensaje se asocia más a un privilegio o como señal de inseguridad. De igual manera, es imposible concebir a un líder fuerte si es que posee pocas habilidades de comunicación. Si no puede comunicarse no puede conectarse con otros y, mucho menos, generar compromiso y transparencia. La capacidad de hablar, de escribir y, sobre todo, de escuchar activamente son habilidades esenciales de liderazgo. En esta línea, no menos relevante es la incapacidad de inspirar y de desarrollar a otros. Los líderes fuertes energizan e inspiran a los equipos para que alcancen niveles más altos de desempeño y potencial, mientras que los débiles no sólo no generan este efecto, sino que se enfocan únicamente en hacer el trabajo en lugar de usarlo como medio para que la gente desarrolle nuevas competencias y habilidades.

Otra evidencia de debilidad radica en el doble standard: los líderes débiles tienen la costumbre de decir una cosa y hacer otra

Otra evidencia de debilidad radica en el doble standard: los líderes débiles tienen la costumbre de decir una cosa y hacer otra, considerando que está bien establecer reglas para los demás, pero ellos se mantienen exentos de cumplirlas. Esta falta de consistencia es un factor importante en el liderazgo exitoso, y todo líder debe saber que las personas lo observan en cada paso y toman las señales de su comportamiento.

Finalmente, la resistencia al cambio. Toda organización, negocio —incluso podemos extenderlo a países— están en constante crecimiento y evolución. Los líderes que se resisten al cambio y la mejora pueden ser arrogantes, complacientes, o ambos. Creen que las cosas están bien como están y no están interesados en pasar al siguiente nivel o posicionarse para el futuro, lo que es un gran riesgo porque dejan la suerte de su organización en manos de las transformaciones que otros líderes harán. Hoy, no hacer nada o no mejorar es dejar nuestra suerte en manos de los que sí lo hacen.

Reflexionar sobre estos aspectos nos permitirán detectar, en nosotros y en los otros, aspectos para mejorar. Ser un líder fuerte y emocionalmente inteligente requiere dosis iguales de autoconciencia, autogestión y humildad.