Como se hereda la Riqueza, también se hereda la Pobreza. Por qué en Paraguay se necesitan 11 generaciones, para salir de la pobreza y en Chile 6.

Un niño en Paraguay debe esperar en promedio 330 años para salir de la pobreza.

uno de los barrios mas pobre de la ciudad. Los pies descalzos de muchos niños, de 7 años, lo llevan a toda velocidad por las tambaleantes tablas de madera de los barrios marginales, Ricardo Brugada, uno de los barrios más pobres de la ciudad capital más pobre de Paraguay: Permanentemente queda bajo agua con la crecida del rió Paraguay. Las casas mayoría de tablas, sostenidas por pilotes, son lo único que se conserva medio seco después de horas y horas de lluvia.

Lo que seguramente estos niños no saben es que si no pasa algo extraordinario tendrá que esperar 330 años para salir de la pobreza, el equivalente a 11 generaciones, según un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

Según este estudio que explican el nivel de ingresos en los países de América Latina y cómo se comparan con el resto del mundo

la movilidad social se estanco.El estudio, que se extendió por cuatro años e incluyó a más de 20 países en distintas partes del mundo, señala que la movilidad social se estancó y la desigualdad aumentó en la última década.

Entre sus conclusiones, el informe establece que para salir de la pobreza un niño tendrá que esperar 2 generaciones en Dinamarca, 3 en Finlandia y 5 en Estados Unidos.

En América Latina, deberá esperar 6 generaciones en Chile y 9 en Argentina. En Brasil serán 9 y 11 en Paraguay.

«Esto es decepcionante».

El problema es que ha habido un crecimiento excepcional de la riqueza, pero vemos al mismo tiempo cómo hay familias que siguen atrapadas en la pobreza o en trabajos informales de mala calidad.

«El país más desigual de América Latina»

por su alta concentración de ingresos. Según estudios, esta entre ellos Paraguay, Colombia, entre otros, son los países más desiguales de América Latina por su alta concentración de ingresos. Y no se trata de la medición que habitualmente se hace utilizando el Coeficiente de Gini.

En el estudio de la OCDE «¿Un elevador social descompuesto? Cómo promover la movilidad social», los investigadores analizaron el ingreso de los hogares del 40% de la población con menos recursos económicos y del 10% más rico.

En ese estudio, Colombia (y por ahí esta Paraguay muy cerca), es el país más desigual de la región.

Fue ahí cuando observaron las brechas en la distribución del ingreso, pero les llamó especialmente la atención las diferencias regionales del país y la baja calidad en el acceso a trabajos de buena calidad.

Una gran parte de la población se mueve en el mundo del empleo informal, sin posibilidades reales de progresión.

«No tienen cobertura médica, ni pensiones, ni servicios básicos. Entonces las dificultades se reproducen porque el impacto re distributivo del sistema de impuestos y de la seguridad social no le llega a los más pobres».

Salir y volver a caer

como asi se hereda la riqueza, se hereda la pobreza. En varios países de la región hay familias que logran salir de la pobreza, pero que en un pestañear de ojos vuelven a caer, algo que algunos analistas suelen llamar como una clase media vulnerable que regresa a su situación original ante cualquier imprevisto.

Basta con que un miembro de la familia se enferme, por ejemplo, para que el círculo vuelva a repetirse. Es que, así como se hereda la riqueza, también se hereda la pobreza.

En Chile hay mayor movilidad social que en otros países latinoamericanos.

Varios gobiernos han realizado transferencias monetarias para reducir la pobreza, pero ese tipo de políticas no cambian el problema de fondo de la desigualdad.

Y en el caso de Paraguay, la situación es más aguda. Además, el país tiene resultados deficientes en las pruebas internacionales que miden la calidad de la educación, un factor esencial para la movilidad social.

En Paraguay apenas hay un 12% de estudiantes resilientes, que son aquellos que obtienen calificaciones más altas de lo que podría predecir su estatus socioeconómico.

no tienen capacidad de defender sus derechos. Un estudio que revela que el analfabetismo se mantiene en torno al 5% de la población desde hace ocho años y no hay avances. Al día de hoy esto implica que 279.000 personas de 15 años o más no saben leer ni escribir, de acuerdo con los datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), correspondientes al año pasado.

El 56,4% de los que no leen ni escriben son mujeres, en cambio el 43,6% son varones. Si se tiene en cuenta a la zona geográfica, el 60,6% proviene del campo.

Además de la exclusión social de la que son víctimas, estos compatriotas, por no poseer la capacidad de leer un documento, o mínimamente firmar, no tienen capacidad de defender sus derechos o conseguir empleos dignos. El plan del MEC era reducir este porcentaje al 3%, pero esa meta nunca se cumplió.

Esto es solo parte de la crisis educativa que se debe resolver para ayudar a sacar al país del atraso. El nuevo ministro deberá asumir la educación como una causa nacional y demostrar una alta capacidad de gestión. No se puede esperar más, hay que derribar el gran muro que detiene el desarrollo.

«En Chile hay menos trabajo informal»

Chile tiene más movilidad social, pero es muy volátil.

educación de baja calidad. el gasto publico. «Tiene un nivel de empleo informal más bajo que Paraguay, Colombia, Brasil o México». «Aparentemente el impacto del gasto público ha sido mucho más importante en Chile que en otros países».

El 30% de las familias más pobres de ese país ha tenido la posibilidad de moverse hacia arriba, pero en paralelo, cerca de la mitad de los que mejoran vuelve a su condición previa, lo que genera una alta volatilidad.

el gasto publico se invierte mas en educación. El otro factor es el crecimiento económico, que en Chile se ha mantenido estable y ha permitido reducir la brecha, además de los efectos de programas sociales y beneficios para que las empresas puedan invertir en la educación de los trabajadores.

Aunque todos sabemos el gran esfuerzo que tienen que hacer los padres no solamente Chile, sino en todos los países, para que sus hijos estén en las mejores escuelas privadas. Es un gran esfuerzo familiar.

Movilidad estancada

En este contexto, se plantea que el papel del Estado es nivelar las desventajas que se producen en el mercado, pero los resultados arrojan que, en países como Paraguay, Brasil, Colombia, México, entre otros, las políticas no han sido exitosas en este terreno.

movilidad estancada. Por el contrario, varios países de la región no han terminado de construir sus sistemas de protección social y se han enfocado más bien en paliar los efectos de la pobreza.

En América Latina la movilidad social se estancó, dice la OCDE.

Tanto esta investigación como otras, insisten en la necesidad de asignar recursos a la educación preescolar.

Lo que se ha visto con el paso de los años es que ha aumentado la cobertura educacional, pero la calidad sigue pendiente.

México y Brasil, por ejemplo, han mejorado sus resultados en Matemáticas y Lenguaje, pero aún siguen muy por debajo del lugar que deberían tener al considerar el ingreso per cápita.

La educación de baja calidad genera empleos de mala calidad y así se reproduce el ciclo de desventajas.

Desventajas que persiguen a la región desde hace décadas y que en algunos casos se niegan a desaparecer.

educación de baja calidad. Esto es solo parte de la crisis educativa que se debe resolver para ayudar a sacar al país del atraso. Las nuevas autoridades deberán asumir la educación como una causa nacional y demostrar una alta capacidad de gestión. No se puede esperar más, hay que derribar el gran muro que detiene la movilidad, el desarrollo sostenible y con esta buena política disminuir la pobreza.

 

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