Con esta Política fiscal (de cubrir el déficit con deudas).  no se podrá disminuir la pobreza. En mis Artículos publicados en estas páginas web espero haya despertado animadas polémicas en prácticamente todo los lectores del Paraguay que queremos, en parte por reintroducir entre académicos, políticos, comentaristas y público en general la preocupación sobre las desigualdades sociales; en parte por su propuesta de establecer políticas fiscales que moderen la disparidad, impuestos a la riqueza y a la herencia; en parte que sea una visión amplia de lo que deben ser hoy las ciencias sociales, y en parte porque se ofrecen argumentos sólidos, frescos, en estas páginas web, para que el gobierno y nuestra sociedad combatan de manera frontal el flagelo de la desigualdad.

Con esta Política Fiscal no se podrá disminuir la pobreza. Por todo ello, buscamos que sea un pequeño aporte para los lectores de estas páginas web, como una voz imprescindible en los tiempos que corren. El ritmo de expansión económica no acompañó a la reducción de pobreza

Mientras el PIB creció de 3% y hasta 14%, la pobreza solo tuvo una reducción de 1,6 puntos al cierre de la administración del gobierno actual. Analistas dicen que no hay razón para celebrar con «bombos y platillos».

El Gobierno que  llegó al poder en el 2013 con cifras económicas inmejorables, una economía que ese año logró crecer hasta 14% y un nivel de pobreza que casi nada disminuyo. Este crecimiento de la economía solamente favoreció a los poderosos. (sojeros y ganaderos).

Hubo una pequeña reducción de la pobreza al 0,6 puntos, llegando a un 26,58 % de la población,(nivel de Pobres).

Y aunque fue una de las administraciones que más recursos económicos tuvo para hacer frente al combate a la pobreza y pobreza externa, gracias a créditos internacionales y emisiones de bonos, sus resultados son mínimos.

El ritmo económico de Paraguay en los últimos cinco años fue uno de los más dinámicos de la región.

Por ejemplo, el 2014 fue el último año de altos precios de las materias primas, el producto interno bruto (PIB) se expandió en un 4,7%, pero la pobreza total se redujo apenas en 0,82 puntos porcentuales.

La fuerte caída en el valor de los granos en el mercado internacional se da en el 2015, año en que el factor climático fue crucial para maquillar las cifras de crecimiento, ya que las hidroeléctricas lograron gracias a las intensas lluvias una producción récord que hizo que el PIB cierre con la modesta expansión del 3%. Al cierre de ese año la pobreza se redujo apenas 0,6 puntos, llegando a un 26,58 % de la población.

El año pasado llamó la atención que el Ejecutivo retrasara la presentación del informe de pobreza y cuando por fin dieron a conocer la cifra del ejercicio 2016, se supo que el nivel de pobres había ascendido a un 28,86%.

En este mismo año, la economía mostraba un crecimiento del 4% en el PIB, evidenciando un contraste entre la expansión de la actividad versus un empeoramiento en las condiciones de vida de la población más vulnerable.

Esta semana, a menos de un mes de las elecciones generales, el Poder Ejecutivo presentó los datos de la Encuesta Permanente de Hogares al cierre del año 2017.

Las cifras muestran una reducción del 28,86% a un 26,40% en el nivel de la pobreza total, esto representa una caída de 2,46 puntos porcentuales.

El Ejecutivo reconoció que en gran medida esta mejora se dio gracias a la buena campaña que se tuvo en el sector agrícola y ganadero, sumado al efecto de los programas sociales de transferencias monetarias como Tekoporä y el subsidio al adulto mayor.

Pero vale recordar que en 2016 el titular de la Secretaría Técnica de Planificación, José Molinas, y la ministra de Hacienda, Lea Giménez, reconocían que si no fuera por estos programas de asistencia económica los niveles de pobreza extrema serían superiores a los que se registra en la encuesta permanente de hogares.

Cuando el presidente Cartes dijo el miércoles en un mensaje televisivo que su Gobierno logró una reducir la pobreza en 16%, lo que hizo fue tomar como base de comparación el año 2012, cuando él aún no estaba en el ejercicio del poder.

Un dato relevante sobre brecha de desigualdad que hay en el país se observa al verificar los ingresos promedios mensuales entre el sector más humilde y el más adinerado. El 10% más pobre tiene un ingreso de apenas 242.697 guaraníes al mes, mientras que el 10% más rico 5.771.527 guaraníes.

Trabajo representa 85,12% del ingreso

Los ingresos por actividad laboral representan en la sociedad paraguaya el 85,12% del total de ingresos a los que accede una familia. Los ingresos por ayuda familiar representan el 2,66%; sin embargo, para el 20% más pobre de la población este dinero que reciben en concepto de transferencia es hasta un 4,13% de sus ingresos mensuales.

Aquellos hogares donde el ingreso es proveniente de una pensión o jubilación rondan aproximadamente los G. 3.440.000 por mes, según el estudio. El ingreso por persona es desigual entre el área urbana y el rural, siendo el capital urbano hasta 1,8 veces superior del rural. La participación de los más ricos en el ingreso total respecto a los más pobres es 18 veces mayor en área urbana y 21 veces más en área rural.

En los países donde el déficit fiscal se cubre con deudas (y pagar deudas con deudas). El pueblo sufre las consecuencias de esta política fiscal. Porque los intereses de los servicios de la deuda, engrosan los gastos rígidos dentro del Presupuesto General de Gastos de la Nación. (no hay más  dinero para gastos sociales).

Y con esta política de la Patria Financiera, nunca se va poder disminuir la pobreza de los países, que siguen esta política de endeudar a su pueblo.

Las deudas siempre fueron una amarga esclavitud, incluso en ocasiones un pecado. Cuanto más honrado eres más te cuesta sobrellevar ese dinero pendiente de pago, que no es tuyo. Los países en general están en una alocada carrera hacia el endeudamiento, ya que muchos no pueden mantener sus estructuras y sus ofertas al ciudadano de otra manera que no sea recurriendo al dinero de los demás, lo que lastrará perversamente el futuro de las próximas generaciones.

No deja de ser una manera turbia de administrar el dinero de los contribuyentes.

 

 

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