Las PYMES son Pequeñas y Medianas Empresas, con un número no muy grande de trabajadores, y con una facturación moderada.

En diversos países, estas empresas son consideradas, como el principal motor de la economía. Y es que, en muchos casos, las PYMES son las empresas, que más empleo genera dentro de una nación. Y es muy sencillo, tomar nota del por qué. En toda nación, la mayoría de las empresas no pueden ser grandes corporaciones o holdings.

En Paraguay los pequeños empresarios tienen la voluntad de expandirse y afianzarse, pero carecen de las herramientas financieras, legales y técnicas para hacerlo. Librados a su suerte, enfrentando un sinnúmero de dificultades y de trabas burocráticas, el principal problema del país es la generación del empleo y las pymes, que tienen una gran fuerza empleadora, no pueden acceder a créditos de largo aliento. Carecen de la más mínima posibilidad de irse a la Bolsa de Valores porque son bastante informales y, por lo tanto, no califican para acceder al crédito bancario. Si obtienen asistencia es de 12 meses como máximo y con eso no pueden mejorar sus maquinarias, porque no les da el tiempo para comprar bienes de capital, que tienen una maduración más lenta, en Chile se hizo un trabajo interesante desde el sector financiero, que permitió formalizar al 70 e incluso 80% de las empresas y transformarlas en agentes económicos que son sujetos de créditos. En Paraguay hace falta una tarea similar de acompañamiento en el proceso de formalización, porque de esa forma se transparenta la economía y se puede apuntar hacia una dinámica diferente en el ritmo de crecimiento.

Cabe recordar que el Censo Económico llevado a cabo en 2012 por la Dirección General de Estadística, Encuestas y Censos (DGEEC), después de casi 50 años, empadronó a 223.220 unidades económicas no financieras y 3.409 unidades económicas financieras en todo el país. De ese total, 6.402 son empresas catalogadas como grandes contribuyentes, 12.532 como medianas y 204.286 son consideradas como micro y pequeñas empresas (pymes).

Los registros de la Subsecretaría de Estado de Tributación nos muestran que son contribuyentes del fisco solo 62.267 personas jurídicas (empresas o firmas), sin contar personas físicas, cuya cantidad ronda unas 385.000 activas, mientras este Censo Económico encontró 223.220 unidades económicas no financieras.

Una de las tareas prioritarias que en materia económica debe encarar el Gobierno del Nuevo Rumbo del Paraguay para formalizar la economía son las PYMES, señale en mi Artículo anterior: UNO DE LOS MOTORES ECONOMICOS DEL PARAGUAY LAS PYMES: PARA EL CRECIMIENTO ECONÓMICO Y LA GENERACIÓN DE PUESTOS DE TRABAJO Y SEGURIDAD.

Señale como uno de los temas centrales el estímulo a las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes).

En efecto, este ha sido un sector que, pese a la enorme importancia que tiene, todavía no ha recibido el definitivo impulso que necesita. Las Mipymes emplean a casi el 70% de la población económicamente activa, pero no cuentan con el respaldo sistemático del Estado, Actualmente, el 91,5% de las unidades económicas corresponde al sector de las micro y pequeñas empresas, y un alto porcentaje se desenvuelve en la informalidad, no poseen Registro Único del Contribuyente (RUC) y obtienen financiamiento muy caro, en niveles de la usura.

El proyecto, que en principio está abocado a las profesiones y oficios, también podría extenderse a universitarios, quienes generalmente tropiezan con la misma dificultad cuando buscan financiamiento para abrir una oficina o comprar para sus elementos de trabajo.

El Estado debe apostar cómo un de los Motores de la Economía (Las PYMES), que son las micro y pequeñas empresas, para generar empleos y seguridad. Y con esta política de acompañamiento del Estado, al menos en la proporción suficiente para asegurar su crecimiento y consolidación. En Paraguay los pequeños empresarios tienen la voluntad de expandirse y afianzarse, pero carecen de las herramientas financieras, legales y técnicas para hacerlo. Librados a su suerte, enfrentando un sinnúmero de dificultades y de trabas burocráticas, estos hombres y mujeres de negocios muestran una cierta resistencia a la formalización. Muchos de estos emprendedores prefieren mantenerse por fuera del circuito de la economía formal sobre todo porque no se sienten defendidos ni alentados por un sistema que no está diseñado para ellos. Sin embargo, con una política de apoyo sostenido se forjarán las condiciones para que este sector vital desarrolle sus potencialidades, su creatividad y capacidad de innovación, insuflando mayor dinamismo al conjunto de la economía, y se ira solucionando los asentamientos que pululan en la Gran Asunción; que es una de las causas principales de la inseguridad del país.

Esta política debe basarse para la formalización de la economía, en la simplificación de los trámites burocráticos, la facilidad de acceso al crédito, el asesoramiento técnico y legal y, sobre todo, en la capacitación, mejorando la calidad de la producción y suministrando herramientas de planificación y mercadeo los costos y la burocracia que implica la formalización de empresas en Paraguay hacen que muchas PYMES permanezcan en negro y tecnicolor, lo que a larga atenta contra ellas mismas, porque no pueden, acceder a condiciones crediticias ventajosas.

Las Estadísticas son lapidarias. Hoy por hoy, solo 1 de cada 5 pequeños emprendimientos empresariales sobreviven los 5 años; la mayoría de los fracasos se da como consecuencia de malos decisiones, como emprender un proyecto a partir de un crédito de consumo, pagando tasas de interés elevados, que hacen que encontrar el punto de equilibrio del negocio lleve más tiempo.

. Las Mipymes ganarán en eficiencia y competitividad, lo que puede traducirse rápidamente en la apertura de nuevos mercados. Existen medidas más concretas que el gobierno debe tomar en cuenta. En muchas licitaciones y contrataciones realizadas desde el Estado se puede dar prioridad a Mipymes localizadas en las zonas donde se hacen las obras o se brindan los servicios públicos. Una buena experiencia en ese sentido hubo con la participación de contratistas locales para la concreción de algunas obras viales en el interior del país. Será fundamental forjar mecanismos que garanticen que un porcentaje mínimo de los gastos públicos se orientan hacia la industria nacional.

Esa fue una palanca muy importante en el crecimiento brasileño de los últimos años. Fue también la clave de la reducción a pisos históricos de las estadísticas de desempleo. Los contratos y las compras públicas llegaron hasta el último rincón del país, dinamizando no solo los grandes centros urbanos, sino también las ciudades pequeñas o intermedias. Sin embargo, el ejemplo más claro de las ventajas de una política de fomento a las Mipymes lo da Chile. Gran parte del éxito económico de ese país es atribuible al estímulo sistemático y extendido que desde el Estado se hace a los emprendedores, a las empresas de menor porte-

Dentro del programa económico del Gobierno debería tener como eje central, el sostenimiento y la promoción continua de la iniciativa privada, sobre todo de aquella que por manejarse con recursos limitados requiere de una política de Estado que le permita consolidarse y crecer.

El gobierno del Nuevo Rumbo para el Paraguay que queremos, debería ser el gobierno de las Mipymes, protegiendo a los emprendedores y facilitando su inserción en la economía formal y en los mercados. La economía paraguaya puede dar un salto de calidad con una fuerte apuesta a las pequeñas empresas, que tienen todavía por aportar una enorme capacidad de trabajo, entusiasmo y creatividad.

Esto nos induce a reconocer que, por su potencial, por la manera en que se expanden, representan una estrategia, para que sea uno de los motores principales de la economía. La formalización de la misma, y con esta política de Estado, reducir la pobreza, crear empleos, salud, seguridad entre otros y llevar a un Nuevo Rumbo al PARAGUAY QUE QUEREMOS.

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