LA CONATEL: Debe trabajar en coordinación con la COPACO a través de un proyecto de acción, una red cibernética, que englobe a todos los organismos y departamentos que operan con fondos estatales, proveería no solo a los responsables del gerenciamiento del estado sino al ciudadano común, de datos sobre la procedencia y la aplicación de las recaudaciones fiscales y de los gastos, para sustituir al histórico manejo de las cosas públicas a obscuras en cuanto al origen y el tiempo y forma en que son aplicados los fondos públicos.

Transparentar su manejo sería un buen primer paso. Y que la ciudadanía a través de esta tecnología, vea la luz y la transparencia de la administración de la cosa pública.

El Gobierno para darle un nuevo Rumbo al Paraguay que queremos se enfrenta al reto de construir un sistema burocrático casi desde cero, en el que debe incorporar el uso de las tecnologías de la información. Mejorar la calidad del gasto público, tarea impostergable.

La ciudadanía está realizando cada vez mayor esfuerzo en el pago de sus tributos, lo cual exige al sector gobernante rendir cuentas de los resultados de su gestión. Mejorar la calidad del gasto público es la tarea pendiente e impostergable de las autoridades de los tres poderes del Estado. Una buena gestión pública se sustenta principalmente en sus recursos humanos y en la claridad de objetivos. Ello implica transformaciones radicales en el manejo de los recursos públicos, dándole las herramientas a la sociedad civil, mejorando el servicio civil, dotándole de los insumos necesarios y garantizando la existencia de políticas y estrategias con metas claramente establecidas.

En ese sentido se debe fortalecer la capacidad de evaluación del sector público

Esta normativa, debe ir acompañada, con la herramienta que permite fortalecer la capacidad ciudadana de evaluar la gestión pública… Llego con el Gobierno del Nuevo Rumbo la tan anhelada puesta en vigencia de la Ley del Derecho Ciudadano de Acceso a la Información Pública, que reglamenta el Art 28 de nuestra Carta Magna, cuyo segundo párrafo reza “Las fuentes públicas de información son libres para todos”. Merced a la lógica expectativa que ha despertado en la ciudadanía la promesa del presidente Cartes de iniciar una ofensiva contra la rampante corrupción pública actualmente prevaleciente en la administración del Estado, empieza a germinar una conciencia pública de apoyo a la saludable iniciativa gubernamental. (Gracias al Gobierno de Cartes la ciudadanía tienen estas herramientas). Solamente con el control de la ciudadanía y  la presión popular precipitará la agitación cívica que tanto temen las corruptas élites políticas, en particular las empotradas en la función pública. Una vez abierta la caja de Pandora de la inmoralidad sostenida por esta simbiosis de intereses espurios, ni el Congreso, ni el Poder Judicial, y todo lo que administran los fondos públicos ni, menos aún, sus órganos jurisdiccionales de justicia podrán impedir que salten los chanchullos celosamente custodiados por los zorros que cuidan el gallinero.

En estos últimos hechos, la negativa de algunos funcionarios públicos que manejan los fondos a proveer información completa y detallada de ingresos que el Presupuesto incluye para los tres poderes y las intendencias, lo referente a los egresos, groseramente expresada bajo el burdo manto del derecho a la intimidad y el dislate de que el derecho individual debiera primar por sobre los de la ciudadanía toda, da cuerpo al aforismo de uno de los grandes juristas colorados que en el pasado gobernaron…. “en este país somos todos iguales, pero algunos somos más iguales que otros”. No debe sorprender, pues, que sean precisamente los propios funcionarios empotrados en las cúpulas de las instituciones gubernamentales y sus camarillas quienes lideren la resistencia contra la campaña de transparencia y honestidad en el desempeño de la función pública.

De ahí la crucial importancia de la movilización espiritual de la ciudadanía para aumentar la presión sobre las reacias e indolentes instituciones jurisdiccionales de contralor y justicia, que están más para meter la mano en la metafórica lata del Estado que para precautelar sus intereses, perjudicando en última instancia a los contribuyentes que las sostienen. La hasta ahora aletargada conciencia pública paraguaya no ha logrado aún salir de esa suerte de sopor inducido por una fatídica “cultura” de corrupción enquistada en su seno y que le ha hecho perder de vista los valores morales inherentes a su primordial misión de velar por el buen gobierno de la República, a través de la prensa libre y las redes sociales de coordinación que ponen la tecnología al servicio de las legítimas inquietudes y aspiraciones ciudadanas.

Solamente la presión popular precipitará la agitación cívica que tanto temen las corruptas élites políticas, en particular las empotradas en la función pública. Presión que abrirá un mirador de transparencia en el oscuro escenario de la perversa complicidad público-privada que lastra con su peso muerto los mejores afanes de un buen gobierno para reflotar el barco del Estado

El Gobierno del nuevo Rumbo del Paraguay que queremos, con estas herramientas, ser promotor de un verdadero cambio, hacia una nueva sociedad consciente y comprometida con su destino, para así dedicar todo su esfuerzo a llevar a un Nuevo Rumbo al Paraguay. Sus metas constituyen sacar al país de lo pobreza y cambiarlo definitivamente para la felicidad, de todo los paraguayos y paraguayas.

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