Hay que poner techo a los gastos corrientes. Este modelo de Presupuesto Nacional es la pata rota del país.

Además, es la herramienta principal del trabajo para restablecer el equilibrio fiscal. El Gobierno que asuma el 15 de agosto del corriente año debería tener en su agenda la reforma de la política fiscal. En particular, al nuevo gobierno le va a posibilitar de tener dinero dentro del presupuesto para gastos de inversión en infraestructura, educación, seguridad, salud, gastos sociales y pagar los servicios de la deuda.

Hay que poner techo a los gastos corrientes.  El éxito que va atraer  la aprobación del Techo de Gastos, con una reforma constitucional, el país va a tener una Política Fiscal incentivo , para acompañar a la política macroeconómica, y que tengamos mayor productividad y competitividad de nuestros productos, y con esta nueva herramienta vamos a tener una nueva política fiscal(incentivo), con esto una recuperación fiscal de Estado. Y con esta nueva herramienta podemos reformular la política de crédito.

Con este sistema de presupuesto deficitario, solamente con el apoyo que nos brinda el sistema financiero mundial, con la disponibilidad de financiamiento externo. Sin él no sería posible combinar gradualismo fiscal y una política monetaria dura que, en virtud de una interpretación extrema, está dispuesta a poner las tasas de interés por las nubes anteponiendo la meta antiinflacionaria a cualquier otro objetivo de la política económica.

Un punto que siempre es destacado por las agencias calificadoras como Moody’s, recordado por el área económica del gobierno, es que existe un factor de riesgo que podría llevar a la revalorización negativa de la nota de crédito paraguaya : un escenario político en el que no se verifiquen avances en la agenda de reformas para la consolidación fiscal y el cumplimiento del techo de gastos, como mayor postergación en la reforma de la política fiscal(este modelo de presupuesto nacional deficitario).

Los candidatos a presidente, legisladores, gobernadores, entre otros, deberían tener un compromiso con la consolidación fiscal y con la recuperación de la actividad económica y del empleo. La evolución de los debates en torno a reformas estructurales que promueven esos objetivos es esencial para el país.

Debemos resaltar que la recuperación de la economía en los últimos años, con un escenario macroeconómico de baja inflación y menores tasas de interés, beneficiará la dinámica de la deuda pública. Además, del modelo del Presupuesto Nacional (poniendo techo a los gastos corrientes), con estas reformas estructurales que debe ser aprobadas con una reforma de la constitución, el gobierno sostendrá las perspectivas de crecimiento.

Hay que poner techo a los gastos corrientes. Con este nuevo modelo del Presupuesto nacional se debería buscar el predominio de la deuda pública en moneda local y se   amplíe la base de inversores en el mercado doméstico, que son señalados permanentemente por la agencia como factores importantes para la mitigación del riesgo de crédito del país.

En ese sentido la agencia de calificación Moody’s prevé que varios países de América Latina, incluidos Paraguay, sufrirán un deterioro de sus perfiles fiscales en los próximos años, debido a un incremento en sus cargas de deuda y débiles perspectivas de crecimiento. Prevemos que el empeoramiento de la deuda y la carga de intereses limitarán la capacidad de los soberanos para responder a posibles nuevos choques, a medida que pierden espacio fiscal, dijo Renzo Merino, vicepresidente adjunto de Moody’s. Al 2019, Brasil, Colombia y Costa Rica sufrirán el empeoramiento más severo de sus condiciones fiscales de la región, seguidos por los casos de Paraguay, Chile y Perú, aunque en menor grado y con relativo espacio para afrontar turbulencias que afecten sus presupuestos deficitarios. (estos agujeros fiscales se cubren con Bonos Soberanos, que es una bomba de tiempo):

Por eso, los gobiernos de la región deben complementar la obtención del financiamiento externo necesario con una política de gestión de riesgos y de administración de pasivos (y activos) públicos. Por supuesto esto exige “sintonía fina” y mucha coordinación entre los policy makers. Pero no hay más remedio que intentarlo si no queremos caer en los problemas de muchos países, que cayeron en la trampa del ENDEUDAMIENTO.

Con esta reforma del modelo del Plan de Gastos de la Nación, vamos a tener la mejora en la perspectiva de nueva deuda de Paraguay, mejorando nuestra calificación de estable a inversión: la expectativa de que las reformas fiscales serán aprobadas en el próximo gobierno y el crecimiento del país más fuerte de lo esperado a corto y medio plazos.

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