A la política le cambia la economía. Para mantenerse en el Sistema Financiero interno e internacional, el país debe cumplir con la paga de la Deuda (sino entramos en default).

Cumplir con el compromiso de deuda es fundamental para la permanencia en el sistema financiero y no caer en default. La clase política y la ciudadanía no tienen en cuenta que un atraso o registro negativo pueden cerrarle las puertas a nuestro país para cualquier gestión de crédito y también caemos en default, el famoso corralito en el sistema financiero, como en su momento Argentina, Brasil, Grecia, entre otros cayeron en la trampa del endeudamiento.

El resultado de todo esto es Bien conocido (nadie puede retirar ni un guaraní de sus cuentas dentro del sistema financiero).

El Gobierno que asuma el 15 de agosto del corriente año, no le queda otra que emitir BONOS SOBERANOS para pagar los intereses de los servicios de la deuda.

Desde el Paraguay que queremos, permanentemente a través de esta página Web, instamos a tomar conciencia cuando se toma una deuda, primero es sincerarse con el presupuesto, es decir con la capacidad de pago que tiene el país, antes de entrar en un nuevo compromiso.

Se debe modificar este modelo de Presupuesto General de Gastos de la Nación(PGN) deficitario, que de los ingresos de G 100 G 94 van a gastos rígidos, con este sistema de presupuesto ya no quedan dinero para pagar los intereses de la deuda y menos para el capital.

Este modelo de presupuesto ya no garantiza pagar los intereses de la deuda con ingresos genuinos. Ya no calza estos intereses dentro de los ingresos fiscales.

Advertimos que incumplir el compromiso de nuestra deuda por el motivo que sea va a generar serios daños a la ciudadanía y al país, porque se les va a cerrar las puertas al país y a los ciudadanos que tienen su dinero en el sistema financiero (el default), que finalmente terminará siendo un obstáculo para el país y la ciudadanía.  Hay que apostar por la eterna reforma, la de la Administración: «Hay que reducir el gasto público sobre el PIB».

Para su crecimiento.

Esto sí Considerando que entrando en antecedentes negativo de Mora para el sistema financiero interno y mundial. También trae dificultades en el ámbito de la Empresa calificadoras de riesgos país.

Es fundamental que la clase política, y la ciudadanía entiendan la importancia de honrar la deuda, porque una cuota que no se preste atención con solo este hecho se entra en Mora, y sabemos que una deuda, que llego prácticamente a su límite, debe ser considerada en este momento para el país, por la irresponsabilidad de la clase política que nos gobierna, que va a disminuir la calidad de vida de la ciudadanía.

Por eso es importante cuidar los límites del endeudamiento. Porque el pueblo es que paga los préstamos que hacen los gobiernos de turno en nombre de la ciudadanía.

Es por todo esto se debe modificar este modelo de Presupuesto Nacional. Con una reforma constitucional 60% para gastos de capital o viceversa. (blindar o limitar los gastos corrientes). Para tener este nuevo modelo de presupuesto y que sea un motivador, para que le acompañe a la política macroeconómica del país. Porque   se está  disparando el déficit y  esto daña el crecimiento y la estabilidad macroeconomica.

A la política le cambia la economía. Una de las dimensiones del gradualismo es una tensión en materia de política socio-económica, que anida dentro del gobierno

La economía cambia la política. Esa tensión pretende equilibrar dos políticas: la social, en un país que tiene un «poco más de la cuarta parte de la población paraguaya, estimada en 6,5 millones de personas, se encuentra por debajo de la línea de pobreza», atribuyendo la información a la Dirección General de Estadística, Encuestas y Censos de nuestro país. Es decir, en un país donde una cuarta parte de su población es pobre; con la política fiscal, un país con mucha pobreza demanda mucho Estado y mucho gasto público, un país que pretende bajar su déficit fiscal debe contener su política de gasto, racionalizarla.

Una de las herencias que está dejando el gobierno que se está yendo en materia económica, posiblemente la más difícil de corregir, es una dimensión increíblemente grande el Estado, del gasto público.

En un país donde la política es casi siempre parte del problema y casi nunca de la solución, en el que la crisis de representación lleva demasiado tiempo, en el que los que gobiernan no se animan a proponer gestas transformacionales incluyentes y sensatas, pueden ocurrir situaciones impensadas que conmocionan el statu quo y brindan protagonismo a actores que no estaban preparados para asumir semejante rol. Navegar sin un curso de acción definido tiene estos imponderables. Aumentar los déficits fiscales, cubrir los agujeros negros del presupuesto de gastos con más deudas, falta de educación, seguridad, salud y aumentar la pobreza de los pueblos.

 

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