Se viene otro «obelisco negro» . La reacción moderada de los mercados solo confirma la » perdida de confianza en los bancos centrales. Esto es muy molo, porque conduce a una perdida de confianza en la moneda. …….

Se viene otro obelisco negro. Mientras que Paraguay y toda Latinoamérica juegan con su Política Fiscal (PGN) a través del endeudamiento., como parte de una política de cubrir el déficit estructural, en todo sentido, y ahora que se necesita por esta pandemia del Covid-19 un sistema de la salud pública bien

estructurada, y para inyectar dinero a sus sistemas financieros. Se endeudan como parte de una política, para que haya dinero. 

Juegan con las tasas de interés. Y la Reserva Federal de EE. UU y el Banco Central Europeo juegan con las tasas. Estos Bancos Centrales, por lo que comienzan a comprar activos o deudas públicas, particular como parte de una política de flexibilización cuantitativa, para que haya efectivo.

100% de los ingresos fiscales. Que nos espera en Latinoamérica, con esta política fiscal deficitario que más del 100% de sus ingresos fiscales (como Paraguay), Con el ultimo préstamo del gobierno de US$ 1.600 millones, que llevan los gastos rígidos dentro del Presupuesto Nacional, más del 100% de los ingresos fiscales.

  La mayoría de los países, los gastos rígidos, superan el 90% de los ingresos fiscales. ¿Lo mismo que sucedió en Venezuela y Argentina? La situación de los mercados mundiales tras las medidas tomadas por la Reserva Federal de EE. UU y el Banco Central Europeo en medio de la propagación del coronavirus por América y Europa.

los bancos céntrales están en un punto muerto. Ya no pueden jugar con las tasas (Estos Bancos Centrales), por lo que comienzan a comprar activos o deudas públicas, particular como parte de una política de flexibilización cuantitativa, para que haya efectivo. Pero la crisis es tan fuerte y esto ya no funciona.

El Paraguay y casi todas Latinoamérica están jugando con su Política Fiscal (PGN) endeudar al país, como parte de una política de cubrir el déficit estructural del sistema de la salud pública y para inyectar dinero al sistema financiero, con obras y ayuda económica a los sectores más vulnerables de nuestra economía (PYMES. a los sectores informales, a los sectores carenciados, entre otros).

no tienen maniobra Pero casi la mayoría de los Estado, ya no tiene maniobra. Debe entender que antes de la epidemia de coronavirus, ya casi el 98% de los ingresos fiscales van a gastos rígidos y, solamente el 2% para gastos de capital: infraestructuras, SALUD, educación, seguridad, puentes, rutas, viaductos, entre otros, estos gastos dentro de sus Presupuestos Nacional, se viene cubriendo con más deudas. (Pagar deudas con deudas).

Juegan con las tasas. Mientras que los Bancos Centrales de América y de Unión Europeas, juegan con las tasas, como parte de una política de flexibilización cuantitativa, para que haya efectivo. Pero la Crisis es tan fuerte que esto ya no funciona. Debe entenderse que ante de la epidemia de coronavirus, la confianza en los bancos centrales ya estaba severamente socavada. Los inversores se dieron cuenta de que los bancos con sus tasas bajas o inclusos negativas, estaban paralizados y que sus manos estaban atadas.

explosión. Todos aquellos que entendían ya sabían que la situación podría conducir a una explosión en caso de crisis. Y esto sucedió con el coronavirus que, es un verdadero “cisne negro”. Por todo estos y por mucho más. Latinoamérica, Francia y otros países, les esperan lo mismo que le sucedió a Venezuela, Argentina, entre otros.

Según Herlin, la reacción moderada de los mercados solo confirma la “pérdida de confianza en los bancos centrales”,

Lo que, en sus palabras, es “muy malo” porque conduce a una “pérdida de confianza en la moneda”.

obelisco negro. Advierten que cuando los bancos centrales arrojan dinero, existe el riesgo de que los precios se salgan de control, de una HIPERINFLACIÓN. Citó el ejemplo de la República de Weimar cuando, para apoyar una huelga patriótica, el Gobierno alemán activó la imprenta durante una recesión para pagar los salarios. El resultado Alemania cayó en una hiperinflación y lo llamaron El obelisco negro.

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