Jair Bolsonaro, un aporte vital a la democracia en la Región y en las Américas

Son las primeras luces, e impulsa la restauración democrática en toda la región. pero ya se está anunciando mejores tiempos, para Latinoamérica.  La mal llamada OLA PROGRESISTA parece está llegando a su fin.

populismo incapaz. Clara señales de hartazgo. Terminado el ciclo de prosperidad importada, que alimento un populismo incapaz de racionalizaciones duraderas, las sociedades de la región están dando clara señales de hartazgo.

Son las primeras luces. Estilo de gobierno. La elección de la Argentina y lo que está pasando en el Brasil, con la victoria de Bolsonaro han sido un campanazo. Ha quedado claro que las de Argentina y Brasil no soportan más el estilo de gobierno de la CK y de la R-Lula, como CK. Sus cadenas mediáticas en lo que va del año, su retórica agresiva, su constante división de la sociedad, su arbitrariedad sin límites para agraviar adversarios políticos llega a su fin.

voto castigo. En un mes asume un nuevo gobierno en Brasil con Jair Bolsonaro como presidente. Genera grandes expectativas en la población que lo eligió como resultado del voto castigo a los políticos tradicionales a quienes la gente responsabiliza con toda razón de la peor recesión económica de la historia del país, del elevado endeudamiento,  desempleo, de la inseguridad ciudadana y de la corrupción generalizada.

Toda la clase política con esta experiencia saben que tienen que modificar su estilo y, en lo sustancial muchas de esa política resultantes de una visión conspirativa que hacía de la Argentina, la victima aparente de las peores conspiraciones universales.

Está terminando el estilo de populismo. En Brasil la crisis de este estilo de populismo se sigue profundizando y las revelaciones sobre la corrupción del Partido de los Trabajadores (Populistas) y la fuerza que comando Lula Da Silva estos años no tienen precedentes en la historia del Brasil. Con la victoria de un Extra-derechista, un ex Capitán del Ejército del Brasil, como presidente del Brasil. “En democracia, hay un solo norte: el de nuestra Constitución”, declaró el ex capitán del Ejército.

Gobiernos populistas, azotados por la corrupción. La victoria de Jair Bolsonaro en las elecciones presidenciales brasileñas tiene muchos sentidos. Pero fundamentalmente expresa la inconformidad de la mayoría de los votantes con todo lo que significa el Partido de los Trabajadores (PT) o, por lo menos, con la idea general que se han hecho del PT y de la gestión de Lula da Silva y Dilma Rousseff como “gobiernos comunistas” azotados por la corrupción.

Miedo y la desesperanza. Este triunfo es también consecuencia de la pelea entre dos extremos que se rechazan: de un lado las fuerzas más conservadoras y sus valores, del otro lado los sectores progresistas. En estas elecciones, los brasileños y brasileñas votaron más en contra de que a favor de alguien.

Fue un choque entre rechazos, entre el miedo y la desesperanza. En estas elecciones perdió(rechazaron) la candidata a Senadora, la expresidenta D. Rousseff. La destituida ex mandataria de Brasil, Dilma Rousseff , del Partido de los Trabajadores (PT), perdió las elecciones  para ocupar una curul en el Senado representando al estado de Minas Gerais. Rousseff ocupó la cuarta posición con un 15.04 % de los votos,

Corrupción instalada. La situación de Venezuela por su parte, es también dramática. Los líderes opositores arbitrariamente presos, los medios de comunicación sometidos, la economía en un descalabro inédito en un país con un mínimo de desarrollo y la corrupción instalada en el Gobierno Populista, exhiben un panorama realmente crítico.

Despilfarro y corrupción. Todo indica que estos Gobierno Populista que caracterizaron en la última década tienden a desaparecer. Se beneficiaron de la fantástica bonanza de precios internacionales que nos llegó a partir de 2003 y la resultancia fue el despilfarro y la corrupción, incluso para nosotros, en Paraguay, ha sido muy penosa esa amistad que hemos cultivado con ellos.

Su antiyanquismo primitivo y sus economías intervenidas a discreción desde el Gobierno populista no han llevado a un Mercosur estancado y a la frustración de procesos de apertura como lo fueron el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, últimamente la negociación del TISA O sea que no ha sido inocua para EL PARAGUAY QUE QUEREMOS la presencia populista.

Mejores tiempos. Ha empezado vientos de cambios en Latinoamérica del Atlántico. Nuestra lentitud de movimientos se hace exasperante cundo la región del Pacifico se mueven al compás de una globalización que observamos desde lejos, como si no fuera ajena. El aporte Bolsonaro –que el candidato del PT no puede hacer– a la democracia en Brasil y en toda América es información pública y plena del “sistema de crimen organizado transnacional” del PT-Castro-Chávez-Odebrecht hasta ahora encubierta, que implica a Castro, Chávez, Maduro, Correa, Morales, Ortega y sus cómplices; la protección efectiva del Brasil contra el narcotráfico; y el fin de la explotación de médicos esclavos cubanos.

mejores tiempos. Todo es una insinuación, por ahora, pero la magnitud del deterioro de esos procesos políticos y económicos nos lleva a pensar que el rumbo tendrá que virar. Desde los Gobiernos o desde una realidad que puede llevarse todo por delante. Son las primeras luces, pero ya se están anunciando mejores tiempos para toda América.

Compartir esto