Advertencia sobre el Peligro de la Deuda Externa.

La Falacia en Latinoamérica con las inconducentes comparaciones de la proporción PIB-Deuda Pública en terceros país.

Mas allá de las inconducentes comparaciones de la proporción PIB-Deuda Pública en terceros país, sean estos de la región o el resto del mundo.

La directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, ha dicho en entrevistas personales recientes que lo que más le preocupa es la deuda excesiva de los países en desarrollo.

Advertencia sobre el Peligro de la Deuda Externa.

Asimismo, los informes de dicha institución hacen hincapié en el elevado riesgo de la deuda externa de los países que accedieron a los mercados financieros privados durante la coyuntura excepcional de bajas tasas y gran liquidez de los últimos años.

Ente los países de Latinoamérica, el Paraguay, sin duda, aunque tal vez en menor medida, está dentro del grupo de países que preocupa al FMI, pues no se ha quedado atrás en su ansia de endeudarse. Y eso sin tener en cuenta la relación costo beneficio de la inversión o destino de los fondos obtenidos mediante la emisión de bonos.

Con el argumento de que la deuda del Paraguay, como porcentaje del PIB, es menor a la de los países vecinos y de la región, el ejecutivo y el congreso, sucesivamente, a partir del gobierno de Federico Franco (2012), han procedido a endeudar cada vez más al Paraguay .

Lo han hecho sin parar, mientes en que dicha comparación es de poca validez porque no tiene en cuenta que el tipo de economía de los países vecinos les da mayor flexibilidad de ajuste.

Tanto el Brasil como la Argentina tienen economías mucho más diversificadas y no dependen, como el Paraguay, casi exclusivamente de la exportación de productos primarios, como la soja y la carne, para la obtención de divisas. Claro, no nos olvidamos que los ingresos provenientes de la maquila, de los royalties de las hidroeléctricas y de las remesas de los compatriotas que residen en el exterior contribuyen a ingresar divisas, pero no serán suficiente para el servicio de la creciente deuda cuando la tasa de interés aumente y las condiciones de liquidez a nivel internacional se restrinjan.

No cabe duda que la tasa de interés aumentará y que la liquidez disminuirá, pues así lo anunció la Reserva Federal de los Estados Unidos, y es muy probable que también el Banco Central Europeo adopte la misma política monetaria que la Reserva Federal a medida que las economías de los países de la zona del Euro se recuperen de la recesión de los últimos años.

Así pues, como resultado de los cambios en las condiciones financieras en los mercados financieros internacionales que se aproximan, el costo del servicio de la deuda será mucho mayor.

 Ya quedó demostrado en Paraguay  que gran parte de los fondos procedentes de las nuevas emisiones de bonos externos se han utilizado para el pago de deudas anteriores y evitar entrar en mora, es decir, para bicicletear. Es evidente que, como resultado del aumento de la tasa de interés y la menor liquidez, el costo futuro de bicicletear será mucho más elevado.

Una vez más a través de esta página web nos referimos con conocimiento de causa al status económico-financiero del Paraguay.

Los datos disponibles dan cuenta de una “situación de tobogán” cuya inclinación, por el momento solo preocupa a organismos internacionales y a quienes analizan el quehacer nacional con cierto grado de conocimiento y capacidad de crítica. A continuación, se incluyen los citados guarismos de Paraguay.

Inflación: Varió desde 1.9% en 2009 hasta un pico de 4.2 en el 2014 para cerrar el 2016 con 3.9% y el 2017 4,5%.

PIB: Creció de 20.000 Millones de Dólares (MD) en el 2010 a 28.000 MD en el 2016

Y el 2017 a 30.000 MD.

El periodo 2004-2011 registra un status fiscal saludable, con superávits razonables (Gs 790.000 Millones en el 2011)

Esta situación se revierte a partir del 2012, año año en el que se registra un Déficit Fiscal de Gs 285.000 millones. Los montos crecen hasta Gs 2.7 billones en el 2015 y 2.2 billones en 2016 y 2017 va aumentando.

Se estima que la Deuda Pública roza los U$S 7.200 MD equivalentes a aproximadamente un 24% del PIB.

Para avanzar hacia la modernidad y el desarrollo es necesario realizar una reforma del sistema tributario, a fin de brindar a la gente educación de calidad, y una reforma del sistema de salud, también en función de elevar la calidad del servicio.

Para que el país tenga un  Crecimiento y Productividad, el  desafío de las nuevas autoridades que asuman el 15 de agosto del corriente año, es el de cambio estructural de la Política Fiscal.

Nadie niega la necesidad de dotar al país de mayor infraestructura para generar un mayor desarrollo. Sin embargo, es irresponsable pretender que mayor infraestructura sin trabajadores calificados y en un país endeudado podrá contribuir a dicho desarrollo. Al contrario, probablemente se esté poniendo en riesgo inclusive la posibilidad del crecimiento económico, factor imprescindible, aunque no único, para aspirar al desarrollo.

Es urgente que el país discuta con mayor profundidad el endeudamiento y sus efectos potenciales a largo plazo y, al mismo tiempo, que las autoridades asuman el problema con la responsabilidad que corresponda.

Es generalmente entendido que la capacidad de pago de la deuda pública de un país guarda relación con el tamaño de la economía y su capacidad de producción. De esta manera, organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) fijan parámetros o rangos del coeficiente deuda pública/producto interno bruto (PIB) dentro de los cuales una deuda es sostenible, por encima de los cuales deja de serlo.

En el caso del Paraguay, si este coeficiente se sitúa entre el 25% y 30% del PIB ya se considera como no sostenible. De acuerdo con las cifras oficiales, este coeficiente alcanza 24% en la actualidad,(es decir estamos a 1 puntos de que nuestra deuda no sea sostenible),  a pesar de que algunos analistas consideran que el coeficiente de la deuda real no supera el 17% del PIB.

La relación entre deuda pública y capacidad de producción supone que cuando el país contrata préstamos externos debe hacerlo principalmente para invertir en aquellos sectores que facilitan la inversión y, por lo tanto, contribuyen al crecimiento económico. A su vez, la capacidad de pago de la deuda de un Estado depende del comportamiento de este crecimiento: a mayor crecimiento económico, mayor recolección de impuestos; y, obviamente, un menor crecimiento económico implica una disminución de esta recolección.

¿Cómo se mide, entonces, la real capacidad de pago de la deuda de un Estado? A través de la evolución de la presión tributaria de los países (ingresos tributarios/PIB). Para ello, el FMI también tiene un coeficiente de medición: deuda pública/ingresos tributarios, cuyo rango inferior es 90% y el superior 150%. Actualmente el coeficiente deuda pública/ingresos tributarios del Paraguay es 176%.

El nivel muy alto de este coeficiente nos induce a examinar qué ha pasado con la relación entre el crecimiento económico y el aumento de las recaudaciones impositivas, medida por la presión tributaria.

En el período 2003-2013, el PIB del Paraguay creció a un ritmo de 5% anual. Pero, a pesar que las recaudaciones de impuestos también aumentaron (y de que la cantidad de contribuyentes pasó de 100 mil a 500 mil), la presión tributaria creció a una velocidad de solo 0,2% anual, de 10% del PIB en 2003 a 12% del PIB en 2013. Y, desde entonces, aumentó a tan solo 12,5% del PIB en la actualidad.

Como bien lo establece el artículo de referencia, la toma de deuda para cubrir lo principal y lo accesorio de aquélla vigente, poco habla en favor de la eficiencia en el manejo de la cosa pública.

Avizorando una suba en las tasas, este procedimiento de cubrir con préstamos el principal y el accesorio de deudas contraídas, vulgo bicicleta–) debiera hacer sonar la alarma.

Mas allá de las inconducentes comparaciones de la proporción PIB-Deuda Pública en terceros país, sean estos de la región o el resto del mundo, el hecho de que una porción del PIB corresponde a la producción de granos y de carne, y ésta dependiente de un factor incontrolable como es el clima,(y también ahora los “sesudos” quieren justificar la deuda, que el porcentaje referente a los ingresos tributarios del Paraguay , es el más bajo de toda la región), y se “olvidan”, que este modelo del Presupuesto General de Gastos de la Nación (PGN), que de cada Gs, 100 de los  ingresos fiscales, Gs. 96 van a gastos rígidos. Debiera ser motivo de preocupación para el sector que monitorea el status fiscal del Estado.

Si este factor no complementarse permitiese el aprovechamiento del viento a favor de un hipotético incremento de la demanda de commodities, el país se vería en una situación crítica de la cual solo se emergería con un grave deterioro del gasto social y de aquellos vitales, correspondientes a desembolsos para mejora de infraestructura.

Por eso y mucho más permanentemente esta página web, hace una propuesta para modificar este modelo de Presupuesto General de Gastos de la Nación (PGN), que el 94% de los ingresos fiscales van a gastos rígidos y solamente 6% para gastos de capital (inversiones, educación, seguridad, salud, infraestructura, y pagar los servicios de la deuda, entre otros).

Con una reforma constitucional: 60% para gastos de capital o viceversa. Con esta nueva figura constitucional se va a poner un límite(blindar) los gastos rígidos dentro del PGN.

ESTE ES EL PARAGUAY QUE QUEREMOS

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