LA INFLACIÓN: una fuente de corrupción

Inflación y Precios

En buena hora la instalación de la competitividad como uno de los objetivos prioritarios del Gobierno, como también el de lograr una mayor equidad en los ingresos y la reducción del vergonzoso 38% de pobreza (para no mencionar el porcentaje de indigentes). Los temas a trabajar: mayor institucionalidad, empezando por erradicar la corrupción, y desburocratización, forman parte de una larga lista para la cual basta mirar los índices que comparan los distintos países en la amplia gama de temáticas en que pueden ser medidos, y en la que en casi todos ellos- estamos de la mitad de la tabla para abajo.

Ya hay muchos diagnósticos al respecto y no me referiré a ellos. Pero sí a una causa que abraza a todas ellas y que está enquistada como droga en nuestra sociedad: la inflación. Definido como flagelo, ya sufrido por otras comunidades, nunca la hemos podido superar, cuando casi todos los países lo han logrado y, en los casos más resistentes al menos, la han reducido a un dígito, (como el Paraguay), para no considerar a los europeos que luchan contra el efecto inverso, también indeseado, que es la deflación.

Con la inflación se distorsionan los precios relativos y no solo de productos y servicios sino de todos los otros componentes de la estructura económica como, por ejemplo, los salarios e impuestos, con la consiguiente necesidad de re negociar permanentemente los mismos, cada uno con mejor o peor resultado según el grado de fortaleza con que pueda negociar, pero llevando el conjunto de la sociedad a un permanente grado de inquietud y de enfrentamiento que en muchos casos lleva a la crispación.

Pero lo peor de ello es que la inflación cala hondo en la sociedad y termina en la peor de las corrupciones: la de la moneda, que se apuntala desde la institucionalidad. Y dado que los agentes económicos aprenden, las consecuencias no se dejan esperar; entonces, no confiamos en nuestro signo monetario y, por ende, tenemos en términos relativos uno de los sistemas financieros más chicos del mundo.

Si continuamos con la semejanza de la inflación a una adicción quizás también podamos explicar por qué nos resulta tan difícil su erradicación, ya que ha proporcionado durante mucho tiempo, al menos a la clase dirigente en su sentido más amplio, una suerte de alivio para sus propósitos inmediatos, aunque sus negativas consecuencias son siempre de mediano y largo plazo.

Luchar en serio contra la inflación impone sacrificios que no todos los agentes económicos soportarían en igual medida. A modo de ejemplo, tasas de interés positivas con un dólar que se sigue apreciando por las características propias de la terapia, presupone una injusticia para muchos. Terapias asociadas al respecto, consistentes en mayor o menor gradualismo en la reducción del gasto fiscal, independencia del Banco Central, metas de inflación, entre otras, quedan para la consideración de los especialistas. (bajar la inflación como la política más efectiva para reactivar la economía).

Lo importante es que el Gobierno haya fijado un plan al respecto y se proponga cumplirlo. Y para nosotros, como ciudadanos, nos queda apoyar esta o cualquier otra iniciativa que tenga por objetivo erradicar la inflación. Sin el compromiso de la sociedad todo tendrá, como en otras oportunidades, un efecto temporal. Si, como alguna vez se dijo, “un poco de inflación no viene mal”, como con la droga, es importante que lo tomemos como pésimo consejo, tratándose de una adicción.

Si continuamos con la semejanza de la inflación a una adicción quizás también podamos explicar por qué nos resulta tan difícil su erradicación, ya que ha proporcionado durante mucho tiempo, al menos a la clase dirigente en su sentido más amplio, una suerte de alivio para sus propósitos inmediatos, aunque sus negativas consecuencias son siempre de mediano y largo plazo.

Erradicar este flagelo de nuestra “cultura” no será fácil, pero es imprescindible intentarlo para que los objetivos aquí mencionados no sean simplemente una expresión de deseos. No son lejanos los tiempos en que el Gobierno anterior, seguramente consciente del efecto pernicioso de la inflación, prohibió decir la palabra a sus funcionarios y a las consultoras privadas hacer su estimación real, al tiempo que minimizó su incidencia afectando su medición oficial con explicaciones acerca de sus causas, enfatizando en lo estructural y negando las monetarias. Que el Gobierno actual tome la baja de la inflación como política de Estado es un gran avance, pero su erradicación debe ser un compromiso de toda la sociedad.

NUESTRA MENTE POSITIVA POR EL NACIMIENTO DEL NIÑO JESUS. FELICIDADES!!!!!!!!

Mirando al año que está por terminar, concentrémonos en los aspectos positivos. Desde El PARAGUAY QUE QUEREMOS   les deseamos felices fiestas y un próspero año 2020.

Esperamos con devoción las fiestas de la navidad y con esperanza el año por venir. Quizá nadie pueda negar que el año 2019 fue muy diferente de lo que suponíamos. El hecho es que para muchos fue un año muy difícil ,  por la recesión y los problemas regionales. Desde este blog auguramos que el nuevo año 2020  el Paraguay que queremos  entre en un  camino de una recuperación económica. Esta opción también está basada en la creencia que las fiestas renuevan en nosotros nuevos desafíos. La vida tiene sentido bajo todas las condiciones, aunque estas no sean lo que teníamos en mente.

Pensamos que esta es una de las razones por la cual gozamos en estos días. Apreciamos ciertamente la oportunidad de reunirnos con la familia, la base de nuestra nación y de gozar de las festividades.

Pero la Navidad también nos recuerda de la importancia de la fe y de la esperanza en nuestras vidas y la necesidad de creer en algo mayor que nosotros mismos. La Navidad nos recuerda que todavía hay bondad en el mundo a pesar de las tragedias y las dificultades. Aunque fuera solamente por esto vale la pena luchar y esforzarse. Son exactamente esa fe y esperanza, renovadas por la Navidad, por un aniversario más del nacimiento de nuestros Señor Jesucristo.

Esa es la opción que tenemos en esta época, creer o no creer. La fe no siempre es fácil de conocerla. Hay injusticias en el mundo que vivimos tales como la violencia, las guerras, los abusos y los males de la corrupción y la impunidad. Aquí mismo donde vivimos, tenemos una sociedad escéptica donde llega a ser cada vez más difícil creer en cualquier cosa que no podemos ver con nuestros propios ojos o palpar con nuestras propias manos.

Sin duda, las cosas no resultaron de la manera que esperábamos o que nos imaginábamos. Pero tenemos una opción. La Navidad es un momento de reflexión acerca de lo personal, familiar y comunitario. También acerca de lo que atañe al país. Es necesario, por ello, lejos del trajín cotidiano con sus inevitables urgencias, que pensemos en la responsabilidad que supone ser parte de una sociedad con todo lo que ello implica.

Cada vez que llega la Navidad se abre un breve paréntesis en el trajín diario para centrarnos en el Niño de Belén, que con su mensaje llega cada año para invitarnos a reflexionar sobre valores esenciales de nuestra existencia. Si bien se dirige a cada persona en particular dentro de una familia, conlleva también un carácter colectivo que apunta a construir una sociedad basada en fraternidad, justicia, solidaridad y concordia.

Cada quién tiene sus obligaciones para consigo mismo, pero sobre todo con los demás, con aquellos que viven en su entorno. La fiesta navideña está de nuevo entre nosotros. Es la evocación del milagro que se repite para que la humanidad recuerde aquellos valores perdidos o muy opacados por el materialismo que lleva a olvidar la solidaridad con nuestros prójimos carenciados

En estas fechas navideñas el Dios todo poderoso nos envió a su hijo para darnos las buenas nuevas, que no es más que el nacimiento de una luz de esperanza para el mundo cristiano y  todos los paraguayos y latinoamericanos  de estas benditas tierra. Así como lo expresa el apóstol Pablo. Algunos vamos a sembrar y otros vamos a regar, el único que determina el crecimiento de nuestro trabajo es Dios. ¡Felicidades a todos!

Con una Reforma constitucional se debe dar un tope a los gastos corrientes dentro del PGN

Con una Reforma constitucional se debe dar un tope a los gastos corrientes, dentro del Presupuesto General de Gastos de la Nación (PGN): 60% para gastos de capital o viceversa. Muchas obras públicas siguen paradas por falta de recursos.(En casi todos los países Latinoamericano, tienen  estos Modelos de Presupuestos General de Gastos de la Nación).

Por: Gerardo Meza C.(*)

La política fiscal, por su lado, sin rumbo, sin atacar las causas verdaderas del problema como la pésima calidad del gasto público, sin presentar propuestas para una verdadera reforma del Presupuesto General de la Nación, que sigue siendo una máquina de generar pobreza con una enorme concentración de los ingresos tributarios en gastos superfluos o gastos corrientes,(De  cada Gs 100 de ingreso fiscal, Gs 96 son para gastos rígidos y solamente Gs 4 para gastos de inversiones), dejando una casi nula financiación para los gastos en inversión.

Tenemos un sistema de “neo-feudalismo” en el cual todos nuestros gobiernos están esclavizados a la deuda. Este sistema es gobernado por los bancos centrales y por el Banco de Pagos Internacionales, y sistemáticamente transfiere las riquezas del mundo fuera de nuestras manos hacia las manos de la élite mundial.

Se debe modificar la Constitución, con una enmienda constitucional, dar un corsé o tope para el Presupuesto General de Gastos de la Nación (PGN), de tal forma que el 60% sea para Gastos de capital o viceversa. (Prescribir con rango Constitucional, como si se tratara de un corsé o tope para que el Presupuesto General de Gastos de la Nación (PGN) no siga siendo un festín de los Poderes Políticos.(Como en el Gobierno de Franco, en el 2.012, el Congreso inflo el PGN en 800 millones de dólares para gastos rígidos, hoy eso significa 4.000 millones de dolares).

En este sentido hacer cambios en la administración del Presupuesto General de la Nación, en todas las entidades centralizada y descentralizadas del país y

el principal es la eliminación de los “factores hipócritas” donde las leyes insisten en ver el lado teórico, y no las consecuencias prácticas y reales.

 Y con darle una figura constitucional al Plan de gastos de la Nación (PGN) , va a haber cambios drásticos en los puntos de vista actuales, especialmente en la reducción drástica del gasto corriente o rígidos (sueldos y otros beneficios). Nuestro país tiene un potencial de desarrollo y ha sufrido una parálisis muy preocupante en las inversiones públicas en los últimos 50 años. Este es un hecho probado.

Faltan más inversiones en infraestructura, educación, cultura, y prácticamente en todas las áreas relacionadas con el estado, lo que ha dificultado el crecimiento de nuestro país y continuará dificultando, por lo menos por otros 50 años, si no adoptamos una posición firme en este momento.

Esto se refleja de inmediato en la seguridad pública del país y la sociedad, en materia de infraestructura, seguridad, salud, educación, entre otros.

En el largo plazo esto también se reflejará en la cultura y el comportamiento de los funcionarios que manejan la cosa pública. Es terrible saber que nuestro país tiene la tasa más alta de corrupción en el mundo, muy cerca de Nigeria. Nuestro país no castiga como debe ser a los administradores de la cosa pública (políticos corruptos), principalmente, a los del régimen de turno y por eso es que no hay altos burócratas arrestados por este flagelo, que diezma las arcas públicas.

Por lo tanto, está claro porqué esta plaga (la corrupción) es cada vez peor en nuestro país, ya que no se toman medidas para frenar.

Como dijo alguien, muy acertadamente, en nuestro país no hay razones para no robar.

Un país que quiere crecer debe producir los mejores profesionales del mundo y esto sólo es posible, con un nuevo modelo del PGN, si el estado invierte por lo menos cinco veces más de lo que se hace ahora en educación, de lo contrario el país se quedará estancado y no formará el talento que tiene y que podrían ser grandes profesionales.

Si no se capacita de verdad, verdad a nuestro recurso humano, este perderá la competividad en el mercado de trabajo por falta de preparación.

Con un PGN 2018, con casi 13.400 mil millones de dólares, 60% para gastos de capital , alcanzaría más o menos 7.900  millones de dólares,(Inversiones, educación, seguridad, puentes, aeropuertos, rutas, gastos sociales, y para pagar los servicios de la deuda, entre otros ). De esta forma darle una figura constitucional al gasto de los Entes Centralizado y Descentralizados.

Con esta nueva reforma del PGN de puede reducir la carga tributaria, los países serios, han demostrado que el crecimiento del país no requiere perseguir a sus industrias y empresas en general; por el contrario, el Estado tiene que ser un aliado y no un enemigo de los negocios, después de todo, es del trabajo de estas empresas que el país obtiene su sustento para crecer y garantizarle la calidad de vida a sus ciudadanos.

La carga fiscal en nuestro país, especialmente para los consumidores (impuestos regresivos) es exagerada, confiscatoria, injusta y desordenada y si no hay un cambio drástico, el mercado interno también se estancará y las empresas no podrán competir en los mercados internacionales.

Los últimos veinte presupuestos generales anteriores consisten en sacar dinero a la gente que trabaja para entregárselo a la burocracia, sin que en parte alguna del camino se cumpla las obligaciones del Estado hacia quienes lo sostienen.

Con este modelo de PGN el 96% es para gastos corrientes, nuestro país tiene la burocracia (política) más cara del mundo, esto ocurre por la cultura del malandrake instalada y por la falta de políticas serias y claras en materia salarial.

Es necesario que el político entienda que es un funcionario público, como cualquier otro, con una obligación de entregar su trabajo y sus conocimientos en beneficio de su país y no un “rey” como se ven actualmente.

La Constitución y las leyes tienen que establecer un tope al Presupuesto General del Gastos de la Nación, y también en cuanto a salarios que sean compatible con los otros funcionarios públicos y a partir de ahí, regirse por los aumentos en el sueldo mínimo del país. Este desastre que existe en nuestro país con el manejo del dinero público, Itaipu, Yacyreta, entre otros ,con el abuso de los mega salarios, sin corresponderse con la productividad ni menos con las soluciones para el pueblo, causa todavía más prejuicios al estado, pues un pueblo que se siente robado por sus líderes políticos pierde la percepción de lo que es correcto, justo, honesto y honorable.

INVERTIR FUERTEMENTE EN EL CAMBIO DE LA CULTURA DEL PUEBLO

La gran masa de nuestro pueblo ya no cree en el gobierno, ni en su política, no respetan las instituciones, no cree en sus leyes, ni en su propia cultura, se acostumbró al desorden gubernamental y pasó a ver como normal las noticias trágicas sobre la corrupción, violencia, deterioro de los servicios públicos, etc.

Por lo tanto, se necesita invertir en la correcta formación cultural del pueblo, a partir de las escuelas, empresas, iglesias, instituciones públicas y así sucesivamente, comenzando con la educación para el trabajo y la búsqueda de la excelencia en un mundo globalizado, enseñando al pueblo a amar y honrar a su país; si no, es inevitable que a largo plazo, comiencen a emerger milicias armadas en busca de espacio y poder paralelo al gobierno.

INVERTIR EN CIENCIA Y TECNOLOGÍA

El países grande y poderoso invierte en ciencia y tecnología. Este debe ser una política de estado, para crecer y a mostrarse al mundo como un país de oportunidades y tener la calidad requerida en el área de ingeniería, calidad médica, tecnología de calidad, no contar con profesionales con una formación de calidad para competir con los países desarrollados que van más de 50 años por delante de Paraguay. Esta es una realidad y debe ser revisada de inmediato, ya que influye directamente en el desarrollo de cada nación.

Que este problema de falta de recursos humanos para crecer y a mostrarse al mundo como un país de oportunidades, no debe ser un tema desconocido por parte de las actuales autoridades, la pregunta es: qué se está haciendo para cambiar esta situación y en qué tiempo se debería esperar una transformación para pasar mucho más rápido del discurso a las obras.

Solo el prestigio del gobierno permitirá que la ciudadanía apruebe cambios en nuestra Carta Magna, con una reforma constitucional entre los que debiera incorporarse el principio de aplicación de solo un 60% de los recursos a gastos de capital o viceversa , para todas las entidades Centralizada y Descentralizadas.

Este es el Paraguay que queremos.

(*) Economista Gerardo Meza C. Autor del Libro digital: 7 puntos para tener en cuenta para el Paraguay que queremos

LOS PAISES EN LATINOAMERICA: Tienen una macroeconomía robusta -entre las mejores del mundo

Los países en Latimoamerica: Tienen una macroeconomía robusta -entre las mejores del mundo –pero los Gastos públicos excesivos y de mala calidad no acompaña.

El déficit fiscal debería inspirar a los gobiernos a poner en sus agendas el cuidado con los gastos, para saber si el dinero del contribuyente es bien aplicado

Paraguay entre ellos  tiene una macroeconomía robusta -entre las mejores de Latinoamérica -, pero que podría ser aún más fuerte, en todos los sentidos, si no estaba obligada a generar un volumen de ingresos tributarios equivalente al 23% del PIB, para sostener un Estado que gasta hasta más que eso – hoy, algo por encima del 40,9% del PIB.

El contribuyente, persona física y jurídica, paga mucho y no recibe a cambio servicios a la altura (infraestructura,educación, salud, seguridad).

La diferencia entre ingresos y gastos está cubierta por endeudamiento, de ahí la necesidad de reformas de los modelos del PGN,(EN MI ARTICULO PUBLICADO EN ESTA PAGINA WEB: CON UNA ENMIENDA CONSTITUCIONAL SE DEBE MODIFICAR ESTE MODELO DEL PGN: 60% PARA GASTOS DE CAPITAL O VICEVERSA), para contener la expansión de esta deuda, imprescindible para evitar un colapso fiscal, que vendrá acompañado por hiperinflación y una recesión ciertamente más profunda que las de 2015 y 2016.

El momento en El Paraguay que queremos, es adecuado para los candidatos a presidente de la Republica para las elecciones internas y nacionales que se llevaran a cabo el 17 de diciembre y el 22 de abril del 2018, para recolocar la antigua cuestión -la pésima calidad de los altos gastos que el Estado paraguayo hace.

En la base de esta costosa deformación, hay otra grave deficiencia del poder público, la de no haber preocupación en evaluar los gastos.

En mis artículos publicados en esta página web, cito permanentemente que los Gastos públicos son excesivos y de mala calidad, muchas obras públicas siguen paradas por falta de recursos. La política fiscal, por su lado, sin rumbo, sin atacar las causas verdaderas del problema como la pésima calidad del gasto público, sin presentar propuestas para una verdadera reforma del Presupuesto General de la Nación, que sigue siendo una máquina de generar pobreza con una enorme concentración de los ingresos tributarios en gastos superfluos o gastos corrientes, dejando una casi nula financiación para los gastos en inversión.

Tenemos un sistema de “neo-feudalismo” en el cual todos nuestros gobiernos están esclavizados a la deuda. Este sistema es gobernado por los bancos centrales y por el Banco de Pagos Internacionales, y sistemáticamente transfiere las riquezas del mundo fuera de nuestras manos hacia las manos de la élite mundial.

Se debe modificar la Constitución, con una enmienda constitucional, dar un corsé o tope para el Presupuesto General de Gastos de la Nación (PGN), de tal forma que el 60% sea para Gastos de capital o viceversa (prescribir con rango Constitucional, como si se tratara de un corsé o tope para que el Presupuesto General de Gastos de la Nación (PGN) no siga siendo un festín de los Poderes Políticos).

Faltan más inversiones en infraestructura, educación, seguridad, cultura, y prácticamente en todas las áreas relacionadas con el estado, lo que ha dificultado el crecimiento de nuestros países y continuará dificultándolo, por lo menos por otras décadas, si no adoptamos una posición firme en este momento.

Esto se reflejará de inmediato en la seguridad pública del país y la sociedad, en materia de infraestructura, seguridad, salud, educación, entre otros.

Sólo se sabe que el margen de economía potencial del dinero público es enorme en los países. En el Paraguay con un PGN 2017, con casi 13.000 mil millones de dólares, 60% para gastos de capital, alcanzaría más o menos 7.300 mil millones de dólares (infraestrura, y pagar los servicios de la deuda pública, rutas, puentes, salud, seguridad, educación hidrobia, trenes, aeropuertos entre otro y el 40%. 5.200 mil millones de dólares para gastos corriente, (sueldos y otros beneficios) . De esta forma darle una figura constitucional al gasto de los Entes Centralizado y Descentralizados.

En el inicio del gobierno actual del Paraguay, ante los déficits crecientes en las entidades centralizadas, se hicieron algunas auditorías en el ámbito de las entidades centralizada, con resultados nada sorprendentes, pero aterrorizantes dentro de esta óptica de la mala calidad del gasto.

A donde se mire, hay, en los Estados, desvíos, corrupción, orientalismos, los políticos utilizan el dinero de los contribuyentes para sus operadores, entre otros,  dinero mal gastado. La crisis fiscal debe dejar constancia de la necesidad imperiosa de que los gobiernos, y la propia sociedad, fiscalicen  el destino y el resultado del gasto público.

ESTE ES EL PARAGUAY QUE QUEREMOS.

CUARTA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL ENERGÍAS RENOVABLES.

Cuarta revolución industrial se basará en energías renovables.

La primera revolución industrial estuvo basada en el carbón que generaba vapor; luego se inventó el proceso de combustión interna basada en el petróleo para mover las máquinas y luego se inventó internet, ahora estamos pasando a una cuarta revolución industrial que estará basada en las energías renovables.

La primera revolución industrial estuvo basada en el carbón que generaba vapor; luego se inventó el proceso de combustión internar basada en el petróleo, luego se inventó el internet Cómo afectará internet nuestras vidas,

Internet está cambiando radicalmente la forma de comunicarse, comprar, vender, tomar decisiones, relacionarse, etcétera, entre las personas, las empresas y, aunque suene raro, también entre las cosas.

Hace rato que notamos un cambio esencial: ya no intentamos mejorar cómo hacemos las cosas sino que las hacemos distintas, consecuencia de la aparición y el desarrollo de la tecnología, la conectividad y sus aplicaciones.

Según cuenta la empresa XP Securities, los jóvenes usuarios no están motivados por el consumo, lo que podría cambiar toda estrategia de distribución y marketing de productos a futuro y, por supuesto, la logística. ¡A las nuevas generaciones les interesa la conectividad, un buen smartphone, una laptop o una tableta y viajar!

Internet está cambiando radicalmente la forma de comunicarse, comprar, vender, tomar decisiones, relacionarse, etcétera, entre las personas, las empresas y, aunque suene raro, también entre las cosas. Hoy su celular puede regular en forma remota la temperatura de su hogar. Su reloj puede coordinar la agenda, y todos estos elementos se relacionan entre sí.

Se calcula que todo ser humano está rodeado de por lo menos mil a cinco mil objetos: si se conectaran entre sí, ¿se imaginan las implicancias para nuestras vidas diarias?

La masificación del internet de las cosas (IoT) tendrá un impacto económico y social muy fuerte, y hasta ahora solamente podemos hablar de una fase inicial con una increíble proyección a futuro.

Pero, ¿qué es internet de las cosas? Es la interconexión de cualquier producto a una red con potencial de interactuar con cualquier otro de su alrededor. El resultado es hacer que todos estos dispositivos se comuniquen entre sí y sean más inteligentes e independientes. Desde nuestro celular, termostatos y múltiples sensores, una heladera, pasando por un auto, una remera y hasta nuestra propia casa se encuentran habilitados para recabar información y analizarla.

Así transformará el mundo el coche autónomo

Transformará la movilidad, la economía y la fisonomía de las ciudades, y puede acabar haciendo innecesario tener un vehículo en propiedad.

Hacer la compra por Internet, ver una película, trabajar o jugar al ajedrez. Son solo algunas de las cosas que podremos hacer frente al volante a principios de la próxima década, cuando los vehículos autoconducidos sean una realidad en las carreteras de todo el mundo y el ser humano se convierta en un mero pasajero de la tecnología.

La mayoría de las empresas de automoción y muchas tecnológicas ya trabajan en sus propios modelos, que llegarán a principios de la década de 2020. Solo diez años después, en torno a 2030, serán mayoritarios, al menos en vías rápidas y entornos urbanos. Su llegada supondrá una transformación revolucionaria no solo de la movilidad, sino también de la legislación, de la fisonomía de las ciudades o incluso del concepto que tenemos de propiedad.

El desafío es que las computadoras presentes en cada dispositivo interactúen entre sí, con objetos y personas de la vida real y ganen independencia de los seres humanos, para dejarnos a nosotros al mando de lo realmente importante. ¿Se imagina que los autos se comuniquen entre sí al frenar bruscamente? ¿Y al arrancar? ¿Se imagina, además, que su heladera le envíe un mensaje y le recuerde que la leche, los huevos o los yogures se están terminando y que hay que ir al supermercado? ¿O que le diga que la leche está por vencer? Un paso más allá es que directamente se lo encarguen a los proveedores.

La automatización del hogar es uno de los principales campos de aplicación del IoT. Colocando sensores y procesadores en forma estratégica, se puede colectar información importantísima sobre diferentes variables y así optimizar consumos de energía o simplemente hacer cambios al ambiente para mejorar su confort. Todo eso es el mundo del IoT.

Y si usted es empresario, imagine la revolución en la administración de los stocks y la reducción de costos que conllevaría para las empresas. Sabríamos la ubicación, cómo se consumen y se compran productos en todo el mundo y su reemplazo en el momento que se requiera, sin que venza la mercadería si es perecedera o se acumule y genere gastos inútiles en el caso de los bienes no perecederos.

Los denominados productos de uso diario o wearables son un ejemplo más: relojes, pulseras, remeras y otros dispositivos que se llevan consigo son cada vez más inteligentes. Hace rato que un reloj da más que la hora, también se conecta a internet e intercambia datos con servidores externos para tomar decisiones solo, o simplemente actualiza la agenda y siempre la lleva consigo. Imagine un reloj que le dé su estado de salud al minuto (presión arterial, consumo de calorías, frecuencia cardiaca, etcétera) y si detecta alguna anormalidad, la informe a su médico o simplemente esté programado con las metas del día y le avise excesos y defectos.

Con la incorporación del IoT, las ciudades se hacen más inteligentes y eficientes. Los semáforos pueden conectarse a un circuito de cámaras distribuidas por la ciudad que identifican el nivel de tráfico, lo que evita esperas en las zonas de escaso movimiento. Las computadoras van a crear las ondas verdes o cortarán el tráfico en función de lo que registren en el momento.

No por nada Apple, Google, Tesla y ahora Amazon quieren lanzarse en el desarrollo del mejor automóvil eléctrico, conectado y hasta autoconducido. El IoT, al interconectar los automóviles, permitiría orquestar el tránsito de manera inteligente, para optimizar así los traslados por la ciudad al eliminar varios factores humanos que lo desordenan y desincronizan. ¿Se imagina Asunción, Nueva York, San Pablo, Ciudad de México o Buenos Aires con tráfico normal?

Por supuesto, este tipo de avances reemplazaría muchas tareas y puestos de trabajo actuales, lo que aceleraría el problema de la automatización en un mundo cada vez más necesitado de empleo, por lo que la conversión a trabajos de alto valor agregado es urgente.

El futuro pasará por estos desarrollos y no por la industria, lo que generará bruscos cambios en la forma en que conocemos no sólo la política, sino las relaciones laborales y los sindicatos.

Según la empresa Gartner, en 2020 habría en el mundo aproximadamente 26 mil millones de dispositivos con un sistema de adaptación al internet de las cosas. Al lograr una mayor independencia de las personas, los dispositivos se están preparando para darle mayor eficiencia y comodidad al día a día. Nos imaginamos un mundo de la información en un proceso sin vuelta atrás: la información está siendo compilada y el uso que se haga de ella nos terminará beneficiando y le dará un salto de productividad a las empresas.

La discusión educativa y laboral debería pasar por aquí. ¿Estamos preparando a nuestros hijos y en general a las nuevas generaciones para lidiar con lo que se viene? ¿Serán parte del cambio o al menos se podrán adaptar fácilmente? Cualquier programa que no contemple lo que se conoce como la cuarta revolución industrial está condenado al fracaso.

Y LA CUARTA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL ENERGÍAS RENOVABLES. Cuarta revolución industrial se basará en energías renovables-

La primera revolución industrial estuvo basada en el carbón que generaba vapor; luego se inventó el proceso de combustión interna basada en el petróleo para mover las máquinas y luego el internet y ahora estamos pasando a una cuarta revolución industrial que estará basada en las energías renovables.

Por este motivo, los países más desarrollados vienen impulsando políticas energéticas que apuntan hacia una reconversión de los modelos existentes. En el caso de la Unión Europea, esta se ha marcado numerosos y ambiciosos objetivos con horizonte a corto, mediano y largo plazo, como son el incremento del consumo de energías renovables, la mejora de la eficiencia energética y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero; explica Ferrán Tarradellas, director de la Representación de la Comisión Europea en Barcelona, España, quien estuvo en Paraguay y aprovechó para dictar una conferencia y conocer más de cerca el sector energético paraguayo.

“Tanto el carbón como el petróleo son combustibles fósiles que un día se acabarán. (una industria moribunda que está envenenando el planeta).Las energías renovables, por definición, son inagotables. Lo que intentamos es alejarnos cada vez más de los combustibles que producen CO2 y de los que somos muy dependientes”, explicó. Esto es lo que considera la tercera revolución industrial, pero para llegar a eso es necesario un cambio tecnológico monumental que sería parecido a lo que se ha producido con internet, advierte. “Con la energía puede ser algo parecido, cada consumidor puede ser al mismo tiempo generador, porque si tienes tu placa solar en la casa, generas tu propia electricidad”, añadió.

Tras conocer la central hidroeléctrica de Itaipú, Tarradellas sentenció que es “algo espectacular” y valoró el potencial en energía hidráulica que tiene el Paraguay, con las tres centrales: Itaipú, Yacyretá y Acaray.

“Nosotros, a diferencia de Paraguay, no tenemos un recurso energético que nos permita garantizar el abastecimiento de forma estable siempre que queramos. De hecho somos muy dependientes del exterior y en este momento nuestro nivel de dependencia es del 65%; es decir importamos el 65% de la energía que consumimos, pero la tendencia es que esto vaya en aumento”, afirmó.

Según la Agencia Internacional de la Energía, para el 2030 tendrán una dependencia del exterior del 80% si no se toman medidas para remediar eso. “Esa es una gran diferencia entre el modelo paraguayo y el europeo”, indicó el experto.

Para la Unión Europea, el principal desafío para implementar las políticas energéticas es que son 28 estados miembros y hay que integrarlos a todos.

“Eso implica mucho diálogo y mucha negociación para que se pueda crear un modelo que sea común, es de lo que hablamos en estos días que es el mercado único europeo de la energía y el sistema energético como otros sistemas por ejemplo de telecomunicaciones y de transporte, es un sistema basado en redes. Estas por definición son monopolios naturales, es decir, no puedes hacer tres líneas de alta tensión una al lado de otra compitiendo entre sí. Es absurdo desde el punto de vista económico, tiene que haber una sola y que la pueda utilizar todo el mundo”, señaló Tarradellas.

El modelo que ha adoptado la Unión Europea –aunque cada estado sea distinto– es que todo el mundo pueda tener acceso a las redes de transmisión haciendo que estas sean separadas de la generación, ap. Cualquier programa que no contemple lo que se conoce como la cuarta revolución industrial está condenado al fracaso.

ESTE ES EL PARAGUAY QUE QUEREMOS-

¿CUALES SON LOS PILARES PARA UN DESARROLLO SOSTENIBLE?

ECONOMÍA, SOCIEDAD Y MEDIO AMBIENTE.

El Paraguay que queremos enfrenta una paradoja. Para una proporción significativa de la población, la pobreza en medio de la abundancia, es una realidad cotidiana, se ha vuelto más persistente y se ha concentrado más en ciertos grupos de la sociedad. Aproximadamente 2.400.000 de personas, son consideradas pobres (40%), y el nivel absoluto de la pobreza es 1.100.00 (18%), paraguayos que no logran alimentarse adecuadamente, en su mayoría niñas, niños y adolescentes viviendo en el área rural y en los asentamientos, lo que implica un futuro condenado a continuar esta situación y a reproducirla en sus hijos, mayor ahora que en los años noventa.

La lucha contra la pobreza no será una guerra fácil de ganar en un contexto de múltiples causas: El crecimiento demográfico dentro de las ciudades, la disminución de las migraciones rurales y la alta fecundidad en zonas carenciadas, analfabetismo adulto, baja calidad educativa, trabajo infantil y adolescentes, vulnerabilidad y cambio climático, extrema concentración de la riqueza(En la mano del 2% de la población, que se reparten la torta en el país), son factores que imponen una cuidadosa planificación gubernamental “El crecimiento urbano se está generando de manera predominante y creciente por el crecimiento natural de las ciudades, diferenciándose de las tendencias pasadas donde el factor dominante ha sido la migración del campo a la ciudad”, considero esto como un factor fundamental para la planificación futura, y que otro elemento crucial es el de la fecundidad, cuyos picos más altos se dan entre la población más pobre y tienen que ser considerados a la hora de dictar políticas públicas para prevenir un agravamiento de sus carencias.(EN MI ARTICULO UNO DE LOS ORÍGENES DE LA POBREZA EN EL PARAGUAY, desarrollo esta problemática de la pobreza).

Las diferencias en los niveles de fecundidad por grupos sociales determinan que los mayores aportes relativos al crecimiento urbano se generen en los segmentos de la población urbana pobre, agregados a los aportes de los migrantes rurales, también predominantemente pobres y que son los que ocupan los asentamientos.

El desarrollo económico de un país está inserto en su organización social, de manera que abordar las inequidades estructurales requiere no sólo cambios económicos, sino también transformaciones sociales importantes. Las relaciones económicas no provienen de un modelo propio, sino que están incrustadas, en un tejido social y cultural, lo cual permite establecer conexiones de los fenómenos económicos con la esfera sociocultural, arraigando todas las relaciones sociales en un sólo sistema que también incluye intercambios económicos.

Como señala Durston, las relaciones, normas e instituciones de confianza, reciprocidad y cooperación son recursos que pueden contribuir al desarrollo productivo y al fortalecimiento de la democracia, por ello, el capital social es un recurso que puede contribuir al logro de estos efectos, pero es un factor entre varios necesarios y su presencia por sí mismo, no garantiza la realización de estas funciones.

Ante esta situación, las políticas sociales deberían tener como objetivo importante la elevación de la autoestima colectiva y personal de la población desfavorecida, la cual puede ser un potente motor de construcción y creatividad. El capital social y la cultura son palancas formidables de desarrollo, si se crean las condiciones adecuadas. La cultura (La política educativa debe garantizar la inclusión de la niñez, adolescencia y juventud, con los contenidos adecuados para lograr pertinencia y calidad de aprendizajes), pero es un factor decisivo de cohesión social y en ella las personas pueden reconocerse mutuamente, crecer en conjunto y mejorar su autoestima.

El capital social tiene relevancia para la formulación de políticas públicas, que implica una mayor participación de la sociedad civil, la democratización en relación a las reformas del Estado, y como visión llevada a lo micro, la realización práctica de estos principios en la gestión de la economía y del estado. La confianza exige entonces, la lucha frontal contra la corrupción en todas sus formas, como método eficaz para combatir la pobreza que se ha incrementado alarmantemente. En este sentido, la educación fundamentada en valores, contribuirá considerablemente.

Si bien los grupos pobres no tienen riquezas materiales, sí poseen un bagaje cultural, a veces de siglos o milenios, como el de las poblaciones indígenas. La cultura es el ámbito básico en que una sociedad genera valores y los trasmite de generación en generación. Promover y difundir sistemáticamente valores como la solidaridad (de profundas raíces en las culturas indígenas), la cooperación, la responsabilidad, el cuidado conjunto del bienestar colectivo, la superación de las discriminaciones, la erradicación de la corrupción, la democratización y la búsqueda de una mayor equidad, ayudará al desarrollo y contribuirá a conformar el perfil de una nueva sociedad, más justa y equitativa.

Para hablar de desarrollo sostenible los gobiernos deben tomar en cuenta sus tres pilares: economía, sociedad y medio ambiente.

“El grave problema que enfrentamos es que no hemos logrado la integración de estos tres elementos”, que es por ello que el PNUMA sigue promoviendo la iniciativa lanzada en 2007, conocida como” economía verde”.

Por ello, que se considera, que la tendencia demográfica va a impactar la sostenibilidad y el bienestar en los espacios urbanos.

El riesgo de desastres adquiere un perfil cada vez más urbano, y sigue un patrón espacial asociado al crecimiento no planificado de las ciudades, con mayor exposición a las inundaciones y otras amenazas hidrometeorológicas. Además, que las condiciones generales en que se dan el aumento de la población urbana y el incremento del riesgo son, entre otras cosas, reflejo de estructuras de gobernanza urbana débiles.

Esto se manifiesta en los asentamientos informales, las viviendas precarias, la falta de servicios básicos y las condiciones generales de pobreza, las que denotan una falta de planificación y gestión del crecimiento urbano.

Dentro de este cuadro, el rol de los gobiernos locales, (Gobernaciones, Municipalidades, entre otros), y el empoderamiento de los sectores pobres urbanos cobran cada vez mayor relevancia.

El gobierno del Nuevo Rumbo para el Paraguay que queremos, debe tener estrategias que ayuden a frenar el crecimiento urbano (En mi Artículo: UNO DE LOS MOTORES ECONÓMICOS DEL PARAGUAY LAS PYMES: PARA EL CRECIMIENTO ECONÓMICO Y LA GENERACIÓN DE PUESTOS DE TRABAJO Y SEGURIDAD), desarrolle estas estrategias.

Y con esto ganar tiempo para adecuar el espacio y las instituciones para una respuesta más eficaz y por otro, que oriente de manera más positiva el crecimiento inexorable desde una perspectiva de garantizar y profundizar el ejercicio de derechos de la ciudadanía.